Capitulo 9

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*Maya Pov.*

Luego de hacer el informe, lo entregué a la Jefa Ross y me quedé sentada mirando a la nada, en la cocina. No dejé que nadie me dijera nada, simplemente quedé en silencio. Las palabras del general Meyer retumbaban en mi mente una y otra vez. Dolía saber que parte de lo que dijo tenía razón, soy una incompetente. No pude salvar a mi hijo, murió. Tragué saliva y por mucho que estoy feliz de haber podido salvar a esa niña el otro día, no puedo quitarme el recuerdo impotente de ver a mi hijo Ian en brazos, sin respirar.

—En serio... —Dijo la voz de Hughes, distrayéndome—. Si las mujeres pudieran embarazar, los hombres no serían necesarios.

Miré extrañada la conversación entre Hughes y Robert. Montgomery se acercó y se sentó a mi lado. Ambos los miramos discutir entre risas.

—¿Y cómo piensan embarazar a otra mujer? ¿Con un beso? —Dijo Robert y Travis se rio a mi lado.

—Si los besos embarazaran chicas, yo ya habría poblado Chicago. —Dijo y me reí.

—¡¿Y qué hay de Maya?! —Dijo Victoria y la miré extrañada—. Ella es una mujer que puede embarazar otras mujeres.

Robert asintió pero no muy contento y Travis me golpeó el brazo.

—Mírate, Bishop. Eres el siguiente paso de la evolución. —Dijo y fingí mostrarme egocéntrica.

Me acomodé en el asiento con superficialidad, mirando a Robert que se rio al verme hacer eso. Estaba ahí sentada cuando apareció Theo.

—¡Maya! —Dijo y lo miré—. Te buscan...

Me puse de pie y salí de la cocina hacia la zona de los camiones. Fue cuando lo vi, con las manos en su saco y algo pedante. Tragué saliva al reconocerlo por la foto, era Owen, el esposo de Carina. Sabía que vendría tarde o temprano, lo intuí.

—Buenas tardes. —Dije y se giró a verme—. ¿Me buscaba?

Me miró de arriba a abajo y tensó la mandíbula cuando miró hacia mi entrepierna. Aclaré la garganta al acercarme y acudió la cabeza.

—¿Tú eres Maya? —Me preguntó y asentí—. Soy Owen Hunt, el...

—Sí, sé quién eres. —Dije y lo miré con las manos en el bolsillo—. Eres el esposo de Carina.

Asintió y me miró con seriedad, no lo dejé de mirar en ningún momento y mantuve la sonrisa.

—¿Se puede saber por qué vienes aquí? —Le pregunté y me asintió.

—Necesitaba saber quién eres. —Me dijo y levanté las cejas—. Necesitaba saber quién es la que se está tirando a mi esposa.

—¿Tirando a tu esposa? —Dije con una risa—. Es un interesante uso de palabras... tú... esposa...

Suspiró y se acercó para mirarme mal. Yo borré la sonrisa y lo miré molesta.

—Aléjate y no molestes a Carina. Lo mejor que le puede pasar a Carina en este momento es que te alejes de su vida y no la arruines. Ella es mi mujer, bomberita.

¿Bomberita? ¡¿Bomberita?! Ya harta, me acerqué hasta mirarlo de cerca y cerré el puño soportando las ganas de golpearlo.

—Quiero que te quede claro algo. Sé por qué te casaste con ella. —Le dije y se mostró claramente incómodo—. Sé que tienes novia y está embarazada. Así que hazme el favor, de no meterte con mi... novia... De lo contrario pondrás tu preciada ciudadanía en peligro y tendrás que regresar a la pocilga de donde provienes.

—Ella no es tu novia... —Me dijo y lo miré abriendo los ojos como platos.

—Me gustaría que te atrevas a decirle eso mismo a Carina. —Dije y se mostró pálido—. ¿Qué? ¿Crees que te haré el favor de no decirle que viniste a exponerla con un ataque de celos a mi lugar de trabajo?

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⏰ Última actualización: 13 hours ago ⏰

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