Capítulo 4

108 16 5
                                    

-¡Vamos! ¡Vamos! ¡Que gire la botella!- gritó Denji, claramente entusiasmado, mientras la botella vacía de refresco daba vueltas en la mesa improvisada hecha de libros y papeles.

Las cinco hermanas estaban sentadas en círculo, algunas más nerviosas que otras. Itsuki cruzaba los brazos, claramente incómoda, mientras Nino se veía desafiante y Yotsuba sonreía como siempre. Miku, en cambio, miraba la botella girar con una expresión de interés peligroso.

Ichika, por supuesto, parecía la más tranquila, recostada contra la pared con una sonrisa juguetona en los labios.

-Denji, esto es una pésima idea – dijo Itsuki, mirando a su "profesor" con una mezcla de preocupación y desdén. – No es lo que esperábamos de un profesor particular.

-¿De qué hablas? ¡Los mejores maestros enseñan a través de la diversión! – respondió él, con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Exacto! – dijo Nino, golpeando la mesa con las palmas abiertas. – Si él dice que debemos jugar, jugamos. Además, parece mucho más entretenido que estudiar matemáticas.

La botella seguía girando, y el ambiente en la habitación se cargaba de expectativa. Cuando finalmente se detuvo, el cuello de la botella apuntaba directamente a Denji.

-¡Oh, sí! ¡Mi turno! - Denji se levantó emocionado, claramente sin tener idea de lo que estaba haciendo.

-¿Qué pasa ahora? – preguntó Miku, claramente más interesada en el giro del juego de lo que hubiera admitido al principio.

Nino, por supuesto, ya tenía una idea en mente. Con una sonrisa maliciosa, se inclinó hacia Denji.

-Tienes que hacer un reto, Denji – dijo ella con picardía. – O, si prefieres, una pregunta atrevida.

Denji la miró, parpadeando como si apenas entendiera lo que estaba sucediendo.

-¡¿Reto?! ¿De qué tipo de reto estamos hablando? – preguntó, con las manos apoyadas en las caderas, haciendo que su capa de Batman se agitara dramáticamente.

Nino se acercó más, y con una sonrisa desafiante, dijo:

-Si eres tan valiente como para ponerte ese ridículo disfraz de Batman, seguro no te asustará un reto, ¿verdad? Te reto a que le declares tu amor a la persona que más te guste... ¡Aquí mismo!

Las miradas se clavaron en Denji, quien de repente se puso rígido. No esperaba que la cosa se pusiera tan personal tan rápido. Su corazón empezó a latir con fuerza, y las palabras de Nayuta resonaban en su mente: "¡No la cagues!"

Denji tragó saliva y miró a las quintillizas, todas observándolo expectantes. La mente de Denji se aceleró tratando de encontrar una solución rápida. Tienes que pensar una solución para que estás zorras obsesionadas no te apuñalen...La respuesta es obvia, ellas quieren que yo las elija a todas, ninguna podía confundirme...Yo les gusto, pero ella no quieren admitirlo y lo demuestran con esas miradas antipáticas...piensa en una solución.

-Eh... ¡Ya sé! – exclamó Denji de repente, rompiendo el silencio incómodo. – Mi verdadera pasión es el dinero. Así que... ¡me declaro enamorado de todo lo que me dé pasta! – gritó con orgullo, extendiendo los brazos dramáticamente.

El grupo quedó en silencio por unos segundos hasta que Ichika comenzó a reírse suavemente, rompiendo la tensión.

-Bueno, no esperaba esa respuesta, pero tiene sentido – dijo ella, levantando una ceja.

Miku, sin embargo, parecía un poco decepcionada. Nino solo se encogió de hombros, aunque parecía que esperaba algo más atrevido.

-¿Es todo? – dijo Nino, cruzándose de brazos. – Qué cobarde eres, Hayakawa. Pero está bien, seguiremos con el juego.

La botella giró nuevamente y esta vez apuntó directamente a Miku, quien dejó escapar un suspiro, pero aceptó el destino con calma.

-Pregunta o reto, Miku – dijo Yotsuba, sonriendo animadamente.

-Pregunta – respondió ella, casi sin dudarlo.

Denji se inclinó hacia adelante, con una expresión intrigada. Quería hacer una buena pregunta, algo que realmente dejara a las quintillizas pensando, algo profundo, algo... que tuviera sentido. Pero no pudo evitar ser... bueno, Denji.

-Mmm Miku, pregunta seria: si fueras una callejera ¿De qué zona y por qué?

Miku lo miró durante unos largos segundos, intentando procesar la pregunta.

-¿Qué clase de pregunta es esa? – murmuró Nino.

-Esa fue una de mis mejores preguntas, tiene suerte que no pregunte algo más atrevido como...Oh cierto, Nayuta me prohibió hacer esas preguntas. Muy bien-dijo el rubio sacando una nota del bolsillo-Mmm está pregunta no es muy buena pero la haré por qué la recomienda Nayuta, seguro la robo ¿Qué pizza serias y por qué?

Nino volvió a refunfuñar, sin embargo, Miku tomó la pregunta muy enserio como siempre hacia.

-Supongo... que llevaría ingredientes clásicos, como queso y tomate, pero con un toque único, algo que nadie esperaría, como... no sé, aceitunas negras – respondió finalmente.

Denji asintió, pensativo, como si hubiera recibido una revelación profunda.

-Eso tiene sentido...Creo– dijo él, frotándose la barbilla.

-¿Puedes dejar de hacer preguntas absurdas? – protestó Itsuki, claramente harta de la falta de seriedad de Denji.

-¿Qué le pasa a la gordita conmigo?

-¡¿Cómo me llamaste?!-grito Itsuki, a lo que el rubio saco una pequeña fotografía de un cerdito con la cara de Itsuki pegada donde debería estar la cabeza.

-Encontré esto en la chaqueta que le robe a Nino.

Pero antes de que la conversación pudiera volverse más tensa, el sonido del timbre resonó en la casa. Todos se miraron sorprendidos.

-¿Esperamos a alguien más? – preguntó Yotsuba, mirando a sus hermanas.

Denji, con su disfraz de Batman aún puesto, se levantó como si estuviera en una misión importante.

-No se preocupen, yo lo tengo – dijo con seriedad mientras corría hacia la puerta. Abrió la puerta con una pose dramática, preparado para cualquier cosa.

Lo que no esperaba era ver a Nayuta de pie frente a él, con una expresión de impaciencia y una bolsa llena de golosinas...Y un látigo en la mano.

-¿Qué haces aquí?-pregunto Denji cansado y con pánico de ver solo el látigo que lo marco tantas veces.

-Vine a ver si no estabas haciendo estupideces-respondió Nayuta con total naturalidad-Y por lo que veo, no me equivoque...Reze me deberá cinco dólares.

Denji rió nerviosamente y abrió más la puerta para dejarla pasar. Nayuta entró, mirando a las quintillizas con su habitual expresión seria.

-Lo que me suponía...todas son una banda de bastardas-dijo la pequeña de brazos cruzados.

-¡Nadie ha dicho nada y ni siquiera te conocemos!-grito Itsuki.

-Yo no necesito profesores que detengan mi desarrollo académico-dijo Miku-Para eso esta el chatgpt.

-Me han tocado el sobrado, la pija y el gillipollas...murmuró Nayuta con los ojos cerrados-Denji, te daré una mano para educar a estás chicas, tráeme las cuerdas, el desinfectante y un martillo para carne. 

-Pero si las torturas no nos pagarán Nayuta...

-Está bien-respondió Rápidamente-¡Vamos a estudiar! ¡Estudiar de verdad!

Las quintillizas la miraron incrédulas, pero al ver la seriedad en la cara de Nayuta y el látigo en la mano, decidieron que no había más opciones.

El caos había sido bueno, sin embargo, con la enana maníaca recién asesinada en el canon, era hora de enfrentarse al estudio.

Continuara...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Chainsaw Man:QuintillizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora