𓏲🧬 ִ ໋.ˑ Capítulo 𝐈𝐗 [+18]: Totalmente a tus pies

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⚠️ADVERTENCIA⚠️

Este capítulo se basa en escenas bl +18, palabras obscenas, y lemon. Dejarles claro que es FICCIÓN, sacado todo de mi mente, nada de esto ha pasado en realidad, si eres menor de edad y deseas leer esto no me responsabilizo de lo que te haga sentir, pensar o hacer, queda bajo TU responsabilidad leer esto. Espero y haya quedado claro, gracias por su atención y disfruten el capitulo

                                 Atte: m00nligth13 [la autora]

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[Se recomienda escuchar House of cards de BTS, Swim de CHASE ATLANTIC o Unholy de KIM PETRAS para mejor experiencia]

Al parecer, las cosas iban a intensificarse un poco. Namjoon me besaba con una pasión desbordante, de forma desenfrenada y nada convencional, como si quisiera devorar cada centímetro de mis labios, y yo le correspondía con la misma intensidad, disfrutando plenamente de aquel momento. Podía sentir cómo la excitación crecía en mí mientras él, con sus manos, acariciaba mi cuerpo con un dominio y una posesión que me dejaban sin aliento, marcándome con su tacto fuerte y rudo. Desabrochó mi pantalón y deslizó sus manos hábilmente debajo de este, acariciando y masajeando mi trasero con firmeza.

—Tienes unas nalgas maravillosas, cariño—susurró en mi oído, mientras me las apretaba, haciendo que un pequeño gemido escapara de mis labios.

Un intenso sonrojo se apoderó de mi rostro y él, al notarlo, sonrió con picardía. Me empujó suavemente hacia la cama de la habitación y comenzó a desabrochar su pantalón, sacándose el cinturón. Las venas en sus musculosos brazos se marcaban, volviéndome loco; me encantaba cómo se veía.

Noté la prominente erección que se asomaba desde su bóxer Calvin Klein. Maldición, este hombre va a matarme; es tan atractivo, su cuerpo parecía gritar "te dejaré sin aliento" y para mí eso no era ningún problema. Sin más, con un tirón, arrancó mi pantalón y lo lanzó a un lado, hizo lo mismo con el suyo y se acercó lentamente, gateando por la cama, como una fiera acechando a su presa hasta estar encima de mí.

Atacó mi cuello, llenándolo de chupetones, lamidas, mordidas y besos, mientras se rozaban nuestros cuerpos, provocando que soltara jadeos y gemidos profundos. Me perdía en su laberinto de placer del cual deseaba no salir nunca, atrapado en ese momento por la eternidad. Sus besos húmedos descendieron por mi mandíbula hasta el lóbulo de mi oreja.

—¿Cómo te gusta? ¿Duro o suave?—me susurró.

—Solo dame lo que quieras hasta dejarme inmóvil y métela entera—respondí entre jadeos.

Su sonrisa pícara se amplió aún más al susurrar un "así me gusta, sumiso". Me quitó el bóxer y, en un instante, me volteó, dejándome en cuatro patas. Se deshizo de su bóxer y me dio una fuerte nalgada, provocando un quejido de mis labios.

—Bonito trasero, una pena que va a salir bastante lastimado de esto—dijo de repente, tomando su cinturón y atando mis manos con él.

Sentí, unos segundos después, algo húmedo y frío recorriendo mi entrada; maldita sea, estaba usando su lengua. Mi piel se erizó al instante y un escalofrío recorrió mi espalda; joder, qué bien se le daba esto. Su lengua danzaba alrededor de mi entrada hasta que se adentró en mí.

Estaba ansioso por sentir su miembro en mí, imaginando cómo sería tenerlo entre mis manos, en mi boca, recorriendo su esencia líquida por mi garganta. Joder, qué pensamientos tan atrevidos, este hombre me vuelve loco.

De repente, sentí su pene entrar en mí con rapidez y fuerza; solté un gemido muy fuerte, apretando las sábanas. Comenzó a embestirme, rápido y brusco, golpeando justo en mi punto G. La respiración se convertía en un desafío; mis gemidos llenaban la habitación y el calor se podía sentir en el aire.

Este hombre era una máquina de deseo, dominándome, encima de mí, gruñendo con cada embestida que me daba, llevándome al borde del delirio, haciéndome gritar y morder la almohada.

Las horas pasaban y no deseábamos que terminara; practicábamos miles de posiciones diferentes, cada una mejor que la anterior. Para nosotros, el tiempo no parecía avanzar; éramos solo él y yo en nuestra burbuja de pasión infinita. Se había corrido aproximadamente tres veces, y las sábanas estaban manchadas de semen que recorría mis muslos, empapadas de sudor de ambos.

Volvió a correrse por cuarta vez, dando por terminado el deleite. Tenía un dolor placentero en las piernas, sentía el agotamiento en mi cuerpo y mi respiración era acelerada, pero estaba feliz de haber compartido este momento con él. Lo miré con una sonrisa y él me devolvió la mirada, me besó y me acurrucó en sus brazos.

—Te amo, Nam, te amo mucho, tanto que por ti haría cualquier cosa, estoy totalmente a tus pies— susurré, y al mirarlo, pude notar un brillo especial en sus ojos y una expresión que no lograba descifrar.






☆☆🧬☆☆
Uy......

Un poco de calor, ¿no creen?  [¡FUEGOOOOO, FUEGO EN LA KUKAAAAAAA, FUEGO UTERINO!]
Pero en fin :)

En el próximo capitulo ya comenzarán a pasar cositas

Experimento 440Donde viven las historias. Descúbrelo ahora