Enséñame II Pablo Gavi

XV.¿Cómo está Elsa?

Gavi, Lunes 3 de diciembre de 2022, 14.20h

Los días han pasado como un susurro, y cada vez me cuesta más recordar cómo fue todo antes de que todo se complicara. Con Ana a mi lado, hay momentos en los que me siento feliz, pero esa felicidad tiene un sabor amargo, como si cada risa compartida estuviera acompañada por un eco de lo que he perdido.

La relación con Ana ha sido intensa, pero a veces siento que su risa no llena el vacío que dejó Elsa. Las cosas no son fáciles entre nosotros. Cada vez que ento en el vestuario me falta su mensaje deseándome buena suerte antes del partido. Aún la veo en mis pensamientos, recordando las conversaciones y la conexión que teníamos. A menudo me sorprendo deseando que las cosas fueran diferentes, que pudiera simplemente volver a hablar con ella.

Hoy, después del entrenamiento, me encuentro con Ana en la cafetería del club. Ella está sentada en una mesa, revisando su teléfono, y al verme, sonríe con esa luz que siempre ilumina su rostro. Pero, en el fondo, siento que algo no encaja del todo.

—Hola, Gavi. —dice mientras se levanta para darme un abrazo.

—Hola, Ana. —respondo, aunque mi sonrisa no es tan brillante como debería.

Me siento a su lado, y durante unos minutos hablamos de cosas triviales. Ella comparte historias divertidas sobre sus amigos, pero yo no puedo evitar distraerme, mirando hacia la ventana. Es como si el paisaje invernal me recordara a Elsa, a su risa, a cómo solíamos hablar de nuestros sueños.

—¿Estás bien? —pregunta Ana, su tono cambia, y por un instante, la alegría de su voz se opaca por una sombra de preocupación.

—Sí, solo... pensaba en cosas. —respondo, tratando de mantener la conversación ligera.

En el fondo, lo que realmente me preocupa es lo distante que se siente todo. Aunque trato de centrarme en Ana, no puedo evitar recordar las miradas que compartía con Elsa, la forma en que entendíamos las palabras no dichas. Y creo que en el fondo Ana se da cuenta,  y no entiendo porque, pero ella decide quedarse a mi lado.

—A veces, siento que no estamos tan conectados como solíamos estar. —digo, sin querer dejar que la frustración se apodere de mí.

Ana me observa con curiosidad, sus ojos azules destilan una mezcla de sorpresa y tristeza.

—¿Qué quieres decir? —pregunta con un leve temblor en su voz, no sé si haciéndose la loca.

—No sé, quizás estoy sobre-pensando las cosas. —respondo, sintiéndome culpable de no poder concentrarme solo en ella.

Ana se queda en silencio, mordiéndose el labio. Es un gesto que me resulta familiar, y no puedo evitar pensar en cómo Elsa solía hacer lo mismo cuando estaba nerviosa.

—¿Es porque piensas en Elsa? —su voz es suave, y su mirada me atraviesa.

El silencio se vuelve denso, como si las palabras que no digo ocuparan el aire entre nosotros.

—No creo que esto te incumba, Ana. Pero sí, a veces me pregunto cómo está. —mi voz tiembla ligeramente al pronunciar su nombre.

Ana asiente, su expresión revela que lo ha estado sospechando.

—Es comprensible. Ella fue parte de tu vida, y de repente todo cambió. —dice, y su tono es lleno de comprensión—. Pero tú decidiste seguir adelante, ¿no?

—Lo hice. —respondo, sintiéndome atrapado en un dilema emocional—. Pero no sé si fue la decisión adecuada.

Ana parece reflexionar sobre mis palabras.

—¿Me vas a dejar? ¿Por ella? ¿Es eso?

—No, Ana, no es eso — empiezo a cabrearme, no debería haber dicho nada —. Estoy feliz contigo, es solo que me siento culpable de como acabaron las cosas, ahora ni nos hablamos. 

—Es normal sentirse así. Aunque ella no era la adecuada — suelta —, míranos, somos felices, no te martirices con ella.  Tienes que recordar que la vida sigue, Gavi. 

Sus palabras resuenan en mí.

Quizà debería hablar con ella, pero  la idea de enfrentar a Elsa me aterra. No tengo idea de cómo se siente, o si estará dispuesta a hablar después de todo lo que pasó.

Con el resto del día por delante, me siento dividido entre mi deseo de arreglar las cosas con Elsa y la vida que estoy construyendo con Ana. La verdad es que me gustaría poder retomar lo que teníamos con Elsa, pero no sé si se puede volver a encender lo que una vez fue.

Más tarde, mientras camino por el pasillo del club, me encuentro con Pedri. La tensión que había entre nosotros se ha disuelto un poco, pero aún hay una línea delgada entre la amistad y la rivalidad.

—¿Todo bien? —me pregunta, y por un momento, me pregunto si él también ha notado mi ausencia en la vida de Elsa.

—Sí, solo... cosas personales. —respondo, sin querer entrar en detalles.

—Te he visto con Ana. —me lanza de golpe, sé que no le cae especialmente bien

—¿Como está Elsa? — le lanzo mi ahora recurrente pregunta.

Pedri suspira — Deberías hablar con ella, Gavi.

—No tengo el valor para hacerlo. —admito, sintiéndome vulnerable.

—Tienes que hacerlo. Ella se merece saber que no la has olvidado. —dice Pedri con sinceridad, y sé que tiene razón.

Pero, ¿cómo enfrento a alguien que fue tan importante y que ahora parece un extraño?

—Lo intentaré. —respondo, sintiendo una mezcla de determinación y miedo.

La vida sigue su curso, pero algo dentro de mí sabe que esta historia aún no ha terminado. Quizás el frío entre Elsa y yo no sea permanente, tal vez todavía haya esperanza de reconstruir lo que una vez fue. 

***

El entreno acaba y no he podido parar de pensar en lo mismo una y otra vez. 

¿Qué debería hacer?

Pues irte con Elsa...

No creo que sea tan fácil después de estar casi 3 meses sin dirigirnos la palabra, conciencia.

Además, está Ana.

Ana...

Realmente, todo acabó por ella, por ese estúpido y repugnante beso.

 Cada vez que Ana lo menciona como nuestro "precioso" reencuentro, solo siento náuseas. 

Recuerdo esa noche con desespero, pensando en qué hubiera pasado si no hubiera ocurrido ese beso, si las cosas hubieran sido diferentes. Y muchas veces acabo con la conclusión de que tal vez, y solo tal vez, ahora sería Elsa con quien me despertaría cada mañana, y me maldigo a mi mismo por no haber podido vivir esa sensación ni una sola vez.

Entonces, ¿que hago con Ana?

¿Qué hago sin Elsa?

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Este es un poco más cortito pero igualmente os merecíais algo más después de tanto tiempo.

¿Qué pensáis?

<3