⋆⭒˚.⋆ 5: Amigas ⋆⭒˚.⋆

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⋆。‧˚❀ Elizabeth Cooper ❀˚‧。⋆

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⋆。‧˚❀ Elizabeth Cooper ❀˚‧。⋆

Cuando llegué a casa cerca de las ocho de la noche luego de estar, literalmente, toda la tarde buscando trabajo, Chiara ya se encontraba ahí, estaba sentada en el sofá, mirando su celular.

Parecía chateando con alguien, lo cual era raro porque ella nunca chateaba con alguien, digamos aye mi hija no era alguien sociable y, ¿para qué mentir?, tampoco era amigable con el resto. Estaba muy metida en su mundo la mayoría del tiempo.

Casi me puse a saltar de la felicidad cuando me dijo que Astrid Jones la había invitado a su casa a hacer el trabajo y que no le dio opción de negarse. Esperaba que pudieran formar una amistad.

─Hola, cariño. ─saludé, dejando mi bolso y el folio, que tenía muchos papeles menos que cuando salí de aquí, en la mesa.

Ella dejó su celular a un lado y me miró.

─Hola, ma, ¿Cómo te fue? ─preguntó.

Mi hija sabía que había estado en busca de un trabajo que me permitiera hacer solo el turno nocturno o que pagará lo suficientemente bien como para dejar uno de mis otros trabajos, aunque eso era bastante complicado sin tener los estudios completos.

─Pues, no genial, pero tampoco tan mal como pensaba. ─me senté a su lado─. ¿Y a ti?

─A mí me fue bien. ─se encogió de hombros─. ¿Conseguiste algo bueno? ─volvió a dirigir el tema hacia mí y yo tuve que reprimir un suspiro, luego le sacaré información a esta niña.

─Dejé mi currículum en un restaurante que abre veinticuatro horas en pleno centro, también en lugares como panaderías y esas cosas, pero nada demasiado bueno que digamos. Aunque me encontré con un señor mientras caminaba por la zona céntrica de Manhattan.

El ser más hermoso jamás visto.

Dios, cállate, pareces un adolescente hormonal.

─¿Qué hacías por Manhattan? ¿Y cómo que te encontraste con un señor?

─Fui hasta Manhattan porque ahí los trabajos pagan mejor, lo sabes, y, bueno, no me lo encontré como tal, sino que chocamos. ─me encogí de hombros y ella rió.

─¿Y qué pasó?

─Vio que llevaba currículums en el folio y me preguntó si estaba buscando trabajo, le dije que sí y me dijo que necesitaba personal para su casa, por lo que me dio su número por si quería el trabajo. Y no le digamos señor, mejor, debe tener mi edad o no mucho más. ─hice una mueca.

our new life | bugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora