⋆⭒˚.⋆ 11: Lujoso⭒˚.⋆⭒

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⋆。‧˚❀ Elizabeth Cooper ❀˚‧。⋆

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⋆。‧˚❀ Elizabeth Cooper ❀˚‧。⋆

Cuando cerré la puerta del auto, sentí que las manos me temblaban. El cuerpo en sí me temblaba por la preocupación por cómo estaba mi hija. En mi mente resonaban las palabras del papá de Astrid cuando me dijo que mi hija se había desmayado.

Juro por Dios que nunca en mi vida sentí que se me iba el alma del cuerpo como en ese momento.

Bloqueé el auto mientras caminaba con rapidez hacia el hospital que estaba segura que me arrancaría un ojo de la cara con el precio. ¿Por qué tenía que ser el Langone Tisch Hospital y no un hospital local?

Cuando estaba llegando a la entrada, una voz me sacó de mi ensimismamiento.

─¿Elizabeth? ─me llamó una voz que reconocía. Era el padre de Astrid.

Al levantar la mirada, me detuve abruptamente. Otra vez esos ojos azules profundos.

Oh, por Dios.

─¿Señor Jones? ─el tono de sorpresa en mi voz era tan obvio.

No puede ser, el papá de Astrid es el señor Jones, el magnate que me encontré hace un par de semanas. Justo antes de que me llamara estaba sopesando la idea de llamarlo, luego de ver mi sueldo.

─Eh... ¿Usted es la mamá de Chiara? ─preguntó, lucía hasta más confundido que yo.

Creo que lo que lo confunde es que la madre de alguien que va al colegio de su hija haya estado buscando trabajo por las calles de la ciudad hace unos días.

─Sí... ─murmuré─. Sé que esto es confuso, pero, ahora mismo, no tengo tiempo de explicar nada. ─dije, mis únicos pensamientos eran sobre Chiara.

─Sí, por supuesto, lo entiendo. De todos modos, no tiene nada que explicarle a nadie. ─se encogió de hombros y sonreí levemente─. Pase, la enfermera la estaba buscando hace un rato.

Asentí y ambos nos adentramos al hospital que lucía tan malditamente lujoso que casi se me desencaja la mandíbula. Jughead, el papá de Chiara, se acercó a una de las enfermeras y la llamó, diciéndole que yo era la mamá de Chiara Cooper. Ella se acercó a mí rápidamente.

─Hola, señora Cooper. ─saludó.

─Hola.

─Sé que lo que más quiere usted ahora es ver a su hija, pero necesito que complete un formulario y firme, por favor. ─pidió.

─Claro, no hay problema.

─Yo iré a llamar a Astrid y a los chicos para que puedas ir a ver a tu hija en paz. ─avisó Jughead y le brindé una sonrisa agradecida.

Él se fue para marcar el número de su hija y la enfermera me llevó hacia la recepción, dándome dos formularios: uno tenía algunos datos de mi hija, pero aún faltaban, y otro era para completar con mis datos.

our new life | bugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora