⋆⭒˚.⋆ 7: Agotada⭒˚.⋆⭒

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⋆。‧˚ʚ Astrid Jones ɞ˚‧。⋆

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⋆。‧˚ʚ Astrid Jones ɞ˚‧。⋆

Estaba agotada, no, lo que le sigue, estaba muerta del cansancio. Las tres horas de ballet fueron más intensas de lo normal, siempre era así luego del verano. Además, me encontraba entre triste y malhumorada, no tenía ganas de hacer nada más que llorar hasta dormir.

Los guardias abrieron la puerta de mi casa para que pasara y yo les brindé un saludo perezoso, no podía ni con mi vida. Al entrar, vi a papá asomándose por la puerta de la cocina hacia el pasillo, al verme sonrió y se acercó a mí.

─Hola, princesa. ─me saludó.

Yo no le dije nada, solo lo abracé con una fuerza que pensé que no tenía en ese momento. Aparentemente, la tristeza salía a oleadas de mi cuerpo porque me abrazó casi con la misma fuerza, como si tratara de sostenerme. El momento me trajo tantos recuerdos dolorosos que creí que mi corazón no lo soportaría.

─¿Pasó algo malo? ─preguntó en un murmullo. Negué con la cabeza como respuesta─ ¿Qué pasó? ─insistió y suspiré.

Si yo no hablaba, significaba que el mundo se estaba cayendo, debí suponer que se daría cuenta.

─Nada, solo estoy cansada. ─respondí sin separarme de él.

«Y tengo ganas de arrancarme la piel», me faltó agregar, pero no podía decirle eso a mi papá, se preocuparía demasiado.

─¿La clase fue muy intensa?

─Agotadora, creí que no sobreviviría. ─dramaticé solo para que no se asuste.

Él soltó una pequeña risita y luego sentí un beso en mi coronilla por su parte, esbocé una pequeña sonrisa. Tenía al mejor papá del universo.

Se separó de mí y me sonrió.

─Marie está preparando lasaña. Ve a cambiarte para que podamos comer luego, ¿si?

Comida... la última cosa que quería ver ahora. Me conocía, mi estómago no aceptaría ni un solo bocado de absolutamente nada, ni siquiera de lasaña, que era mi comida favorita en el mundo, pero no podía rechazarlo sin que mi papá se angustiara y eso era algo que no quería, no ahora ni nunca.

Lo único que quería para mi papá era que tuviera paz, no cargarlo con mis cosas. Suficiente tuvo con lo que me sucedió luego de la muerte de mamá.

─Está bien. ─asentí─. Iré a darme una ducha para refrescarme, pero antes saludaré a Marie. ─avisé y él asintió.

Me dirigí a la cocina, encontrando a Marie frente a la mesada, picando verduras. Un olor delicioso flotaba en el ambiente, pero eso no hizo más que darme náuseas.

our new life | bugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora