libro independiente
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creyó que nunca iba
a poder darle a su
hija la vida que quería,
hasta que, finalmente,
apareció él y se dio cuenta
de que quizás no todo
estaba perdido.
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historia original de @-titalo
prohibida copia y/o a...
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⋆｡‧˚⚝ Jughead Jones ⚝˚‧｡⋆
─Pa, ya me iré a dormir. No aguanto más. ─murmuró Astrid y se levantó de mi regazo.
─Está bien, princesa. Buenas noches, te amo. ─besé su frente y ella me sonrió.
─Hasta mañana, papá, te amo más. ─murmuró en un bostezo, se despidió con la mano antes de entrar a la casa.
Yo me volví a acomodar en la silla colgante, recostándome. Miré la luna llena que iluminaba la noche con su luz y mi mente fue bombardeada por recuerdos de mi esposa, también viajó a lo que me dijo mi hija hace unos minutos.
«Si algún día encuentras a alguien más, ¿te olvidarás de mamá?»
Podría decir que mi mayor miedo era olvidar a mi esposa, el amor de mi vida. Mi mayor miedo era olvidar por completo cómo se sentian sus labios contra los míos, su delgado cuerpo envuelto por el mío, olvidar la paz que me daba oír los latidos de su corazón, como sonaba su voz por las mañanas. El solo pensamiento de que podría olvidar esos ojos grices me mataba todos los días.
La extrañaba todos los días, cada segundo.
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─¡Juggy! ─Amelia vino corriendo hacia mí cuando abrí la puerta.
Yo reí cuando ella saltó para colgarse por mí y la sostuve por los muslos.
─Mi ángel. ─susurré, escondiendo mi cara en su cuello.
─Te extrañé muchísimo. ─murmuró con un puchero.
─Yo más, mi amor. ─besé sus labios, deshaciendo su mohin y ella sonrió.
─Nunca más te iras por un mes otra vez Jones, FP tendrá que pasar sobre mi y mi ejército de peluches para bebé. ─bromeó y reí.
─No volveré a dejar a mis princesas tanto tiempo jamás. ─negué, volviendo a besar sus labios.
Un gritito nos hizo voltearnos a los dos. Amelia se bajó de mis brazos cuando vimos a nuestra pequeña bebé de un año y diez meses correr hacia mí.
