☪️VA✝ZEL {Mundo Darkness #2}

16° | La Profecía

     V A ✝ Z E L

Por el Infierno, sin rastro de Raziel.

No dejo de maldecir a mis adentros una y otra vez en el momento que veo a mi alrededor y no veo por ningún lado algún Desterrado hasta mi peor enemigo que anhele encontrar.

Tengo la certeza que Cifer me otorgó la ubicación correcta. Un desolado y mal construido lugar en este Mundo mundano, por Badul y el resto de los integrantes de DEMONS, fui guiado a Varshalle. Sin embargo, el gran problema es que Raziel huyó, todos sus seguidores se fueron.

Crece mi seguridad al ver cadenas en una estancia en el suelo como rastro de sangre demoníaca y aún sentir la esencia de varios Demium que hasta el momento no puedo reconocer exactamente de quienes se trataba, pero eran ellos.

Di con su escondite y por supuesto, como lo intui, Raziel tuvo la oportunidad de irse ante mi mal estado.

—Vatzel, ven acá —escucho a la perfección la voz de Ronan.

Me dedico a salir de la estancia, me elevo con mis alas al piso de arriba hasta aterrizar y las semicierro. Enseguida entro y alcanzo a Badul que observa lo mismo que todos.

—Raziel dejó un mensaje —paso entre los seis Demium ante mi y me detengo al ver en una pared justo al frente, un símbolo. Un símbolo que tanto reconozco de Desterrados. El mismo que dejó en la habitación de Liliath, el mismo que marcó en aquel psiquiatrico.—sabía que íbamos a venir —agrega Badul.

Hago mis manos puños.

Tal vez perdí el tiempo en recuperarme. En elegir ir al escondite de la mundana a buscar antes a los Demium de mi lado.

Perdí el tiempo en olvidarme de la situación. En caer y besar a Liliath.

Permiti que un vago deseo fuera prioridad antes que mi misión en este Mundo mundano:

Destruir a Raziel antes que preferir una mundana que para esas alturas tendré que sustraer su alma como una forma de liberación del pacto y mi regreso al Inframundo.

—Vatzel —dejo de analizar el símbolo, deshago mis puños y me doy la vuelta—¿Qué hacemos canijo?

—No tenemos nada Ronan, aquí no está Raziel —extiendo mis brazos a los lados en una clara señal de frustración.

—Seguiremos buscando y daremos con él.

Las palabras de Badul me tranquilizan un poco, dejo caer mis brazos y emito un bajo gruñido.

—Cuento con su ayuda para seguir rastreando a Raziel —ellos asienten— lo buscaremos en cada rincón de este Mundo.

Con un último vistazo, observo a mi alrededor mi derrota.

«No podrás esconderte siempre de mi, Raziel»

(...)

Después de despedirme de los Desterrados, regresé al escondite de Liliath.

Una parte de mi no quiere verla cuando no estoy listo para enfrentar ese maldito deseo. Un deseo que no debería involucrar con la mundana que me invoco.

Sin embargo, no puedo huir siempre.

Debo hablar con Liliath y dejarle muy en claro que mi única intención es romper la conexión, cumplir el trato por igual y mi misión.

En ambos casos, Liliath perderá.

Liliana Dalson terminará sin alma hasta una muerte por involucrarse con dos seres de la oscuridad.

En cuanto llego a su puerta, dudo un instante en entrar. Percibo un extraño silencio, puedo sentir su presencia cerca del otro lado de la puerta y una débil luz desde el interior.