† ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 10 †

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Al llegar al tercer (...★.) reproduce el video musical.

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(Min Yenlie)

...★.

Después de que Sukuna me diera el beso, me sorprendió. Le correspondí por unos segundos, hasta que se separó de mí y se fue sin mirar atrás, cerrando la puerta del sótano. Después, solo veía oscuridad; no quería estar más aquí, necesitaba hacer algo... Me sentía en una cárcel donde me quemaba poco a poco.

-No quiero estar más aquí...

Me recosté con dificultad en el colchón nuevamente, mirando hacia la nada. Mi mente estaba en blanco hasta que pensé:

"Sukuna me está dando un poco de confianza, puedo aprovecharla ahora que no está aquí".

Debería hidratarme y comer bien, ahora que tenía el permiso de vivir y comer en mi propia casa. Con el pasar de las horas, Inumaki apareció mirándome con sus ojos color violeta, que reflejaban tranquilidad y serenidad. Cualquier chica se enamoraría de él, pero era un maldito monstruo violador que aprovechaba sus poderes para hacer lo que le plazca.

Sentí un escalofrío al pensar en lo que había sucedido. La mezcla de emociones era abrumadora; la atracción que sentía por Sukuna (no en el sentido que piensan) se enfrentaba a la realidad de su naturaleza. Inumaki, aunque parecía sereno, también me recordaba que no podía confiar en nadie. La tensión en el aire era palpable, y cada segundo que pasaba en esa habitación se sentía como una eternidad.

Decidí que no podía quedarme de brazos cruzados. Necesitaba un plan, algo que me permitiera salir de esta situación. Tenía que encontrar la manera de usar la confianza que Sukuna me había otorgado, pero también debía tener cuidado con Inumaki. La oscuridad que me rodeaba no solo era física; era un recordatorio constante de que estaba atrapada en un mundo donde las reglas no eran las mismas que antes.

"Debo ser fuerte", me dije a mí misma, mientras trataba de organizar mis pensamientos. La lucha apenas comenzaba, y no podía permitirme rendirme.

-Levántate -. Sentí el poder de sus palabras y, con dolor y mucho esfuerzo, hice lo que me pidió. Se acercó a mí y me entregó una bata que me puse encima, mientras él me cargaba como a una princesa. La luz de la mañana golpeó mi rostro, haciendo que los cerrara de golpe; cuando los abrí de nuevo, vi cómo la nieve se acumulaba más, al parecer ha estado nevando mucho estos últimos días.

Entramos a mi propiedad y, antes de bajarme, colocó unas pantuflas que me puse inmediatamente. Tenía dificultades para caminar, pero hice el esfuerzo de mantenerme de pie. Vi a Itadori acercarse a mí con una sonrisa de lado:

† 𝙲𝙰𝚄𝚃𝙸𝚅𝙰 † | Jujutsu Kaisen |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora