quien diria que uno de los pilotos de mercedes mas codiciados por el sexo femenino se le hiciera tan dificil ganar el corazon de una chica tan sencilla que pasaba por basica
Donde George intenta una y mil veces conquistar a la mejor amiga de su comp...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⭒₊ ⊹🌕₊ ⊹⭒
☽︎𝖀𝖒𝖆'𝖘 𝖕𝖔𝖛☾
Me hundí en el asiento del auto, mirando las luces de la ciudad a través de la ventana mientras mi cabeza aún daba vueltas por todo lo que había ocurrido ese día. Entre la presión de la prensa, las ofertas de contratos y la multitud que parecía no querer dejarme en paz, me sentía agotada. Yuki estaba a mi lado, con los brazos cruzados, haciendo ruidos extraños con la boca como si estuviera pensando en algo profundamente. Volvía a sentir esa mezcla de agradecimiento y molestia hacia él. Después de todo, fue George quien me sacó del mar de reporteros y no Yuki, mi supuesto mejor amigo.
"¿Dónde te habías metido, Tsunoda?" le pregunté, tratando de fingir una molestia que no era del todo falsa. "Me tuvo que ayudar un piloto del equipo rival, por si no lo sabías."
Yuki me miró con su expresión habitual, despreocupada, y ladeó la cabeza como si no entendiera el drama.
"¿Quién? ¿Max? Sabes que Max es prácticamente nuestro hermano mayor en Red Bull. No cuenta como 'rival'. Es como si fuera de la familia."
Rodé los ojos, sintiendo cómo una leve sonrisa se asomaba en mi rostro a pesar de todo. Yuki podía ser tan... Yuki a veces. Como si no hubiera una diferencia abismal entre Mercedes y Red Bull, y como si Max estuviera presente cada vez que necesitaba ayuda. Su comentario, aunque sin mala intención, no tenía nada que ver con lo que había pasado.
"No fue Max, Yuki."
"¿Lando, tal vez?" preguntó con un tono insistente, como si ya estuviera un paso adelante en su propio pequeño mundo. Al parecer, la idea de que alguien más pudiera intervenir no le hacía mucho sentido.
Negué con la cabeza, soltando una risa ligera. "George, de Mercedes."
La expresión de Yuki cambió al instante. Me miró con una ceja enarcada, como si lo que acababa de decir fuera una especie de revelación cósmica. Un silencio incómodo se coló entre nosotros, y yo no pude evitar la sensación de que había dicho más de lo que pretendía. Pero tampoco podía ignorar lo que George había hecho por mí, ni la sensación extraña que había dejado en mí después de ese momento.
"George, ¿eh?" Yuki repitió su nombre con un tono casi burlón, como si no estuviera muy convencido de lo que había escuchado. "¿Y por qué George Russell te salvó y no yo, tu 'hermano menor'? ¿Acaso quiere algo más?"
"Por favor, Yuki, no hagas esto raro," le advertí, sintiendo una pequeña ola de calor en mis mejillas. Pero sabía que ya era tarde. Yuki, siendo Yuki, no iba a dejarlo pasar tan fácil.
"Ah, ya entiendo... Entonces, ¿ahora tienes héroes en Mercedes, eh?" Sonrió de lado, claramente disfrutando la idea de que un piloto del equipo rival había entrado en escena. "¿Y qué fue? ¿Te cargó como una princesa en apuros y te llevó a un lugar seguro?"
