LA SALVACIÓN DE UNA MONARQUÍA (Segundo libro de la bilogía REINOS DE FUEGO)

Capítulo 9

Nuestro próximo escondite se encuentra en los lugares más escondidos del reino enemigo, es raro decirlo pero a estas alturas ya nada me sorprende, la única vez que vine aquí fue en la muerte de su madre y para ser sincera por lo que ahora veo creo que entré por el lado bonito. Bajamos de las camionetas en cuanto Kiara nos indica, gente se acerca a ayudar y ella nos mira con la tristeza pegada a sus ojos.

—No hablen con nadie, no observen a nadie ni tampoco tengan caridad de nadie, en este lugar hay todo tipo de personas y no todas son aliadas, solo sigan a las personas que ahora cargan con sus cosas —anuncia.

Me aseguro que Rett escolte a Neri quien lleva a Tiago somnoliento en sus brazos, una vez me aseguran que están bien me pongo del lado de mi amiga y comenzamos a caminar entre las calles, observo que venden todo tipo de cosas, ropa, zapatos, maquillaje, todo lo que me pueda imaginar, sin embargo, las calles se ven devastadas, están sucias, el olor es intolerable. Aunque lo más aterrador sin duda son algunas personas, muchas están tiradas en el suelo —ni siquiera se sabe si están muertas—, otras actúan como zombis; sentido. Veo a una señora de pie golpeándose contra la pared a mi derecha, a mi izquierda hay un tipo que se acerca a otra mujer que esta tirada en el suelo, las moscas se aglomeran sobre su ropa, una arcada me da en cuanto veo al tipo tocarla y meter su mano a sus pantalones.

—Kiara —la llamo.

—Solo sigue Key —me pide cansada.

No puedo creer que justamente ella me esté diciendo esto, mi amiga, la de corazón bondadoso que quiere ayudar a todo mundo, me pide ignorar la situación.

—No —me detengo viendo a mi alrededor.

Todos a mi alrededor se detienen alerta mientras yo no puedo dejar de ver a mi alrededor, puedo ver a un chico y una chica que se encuentran en las escaleras del metro tienen mantas debajo de ellos, pero simplemente están dormidos—o eso quiero creer—, la chica esta con su cabeza entremedio de las piernas del chico y él sobre ella.

—Atira vamos —pide mi amiga.

—No podemos fingir que no vemos todo esto —alego y más personas se detiene.

—No podemos llamar la atención —indica Kiara con la voz peligrosamente baja.

—¿Ya viste a tu alrededor Kiara? La mayoría de aquí están...como zombis, dudo mucho que alguien nos hag...

—No podemos salvar a todos Atira —me corta Kiara con tono agrio—. Ya me costó muy caro entenderlo, ahora muévete.

Un vuelco en el estómago se apodera de mi en cuanto veo la furia en sus ojos, y uno más en el corazón en cuando me percato de su tono.

—Sabía que el fentanilo afectaba Odneltter, pero no pensé que tanto —habla Sander.

—¿El qué? —pregunto.

—Es una droga que los rebeldes indujeron a el reino, cada vez son más los afectados, pero ellos dijeron que no retiraría su droga hasta que mi hermana se retirara del trono —me informa Kiara.

Todos asienten, pero, sé que hay algo más, veo el rencor en sus ojos.

—¿Qué te hicieron? —pregunta Itkan llamando la atención de los presentes.

—Andando —ordena evadiendo su pregunta.

Y es entonces donde me doy cuenta, algo tuvo que pasarle para que no decidiera hacer nada, sin embargo, Itkan la conoce mejor que yo y es él quien se adelanta con las preguntas sobre el tema.