09 | Ódiame de esta manera.

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La luz natural se colaba fuerte desde la ventana de su habitación. La voz de Mihu irritó su mañana. Se puso una almohada en su cara para bloquear su vista, que no podía acostumbrarse. Sus ojos estaban hinchados por las lágrimas que en silencio brotó y reprimió con uno de sus peluches. Por eso ella había cerrado perfectamente las cortinas la noche anterior pero su prima tomaba decisiones a su antojo.

—¡Horang! Vamos, levántate.

Se puso de pie a los cinco minutos que ella abandonó la habitación. Un ligero dolor de cabeza le recordó que no era buena idea haber llorado antes de dormir.

Se duchó, se vistió y se cargó con un maquillaje ligero para no lucir tan triste. Tomó su mochila y fue hacia la cocina, donde se olía una comida deliciosa. Mihu estaba allí sirviendo a su hermano con mucho entusiasmo. Hoyeon no paraba de darle pulgares arriba por su sazón y le pidió que los visitara más a menudo. Verla desde lejos demostrando la amabilidad que siempre quiso y resaltó de ella le dolió. Era su mejor amiga, su hermana y su prima. Su traición era una espina más venenosa que la de Garam. Por ella, no era capaz de enfrentar la situación con el coraje que su corazón deseaba.

—Horang, ven a desayunar —su voz la trajo devuelta.

Dios, pero estaba muy molesta.

Llevó su cepillo de dientes con crema dental a su boca y fingió lástima. Su vida desde el día anterior en adelante se trataba de fingir.

—Está bien. Me he lavado.

Sabía que más tarde irían juntas en bus. Su hermano se desviaría para ir con sus amigos. Por lo tanto, le cayó de desprevenida la petición de Mihu.

—Dile a Garam que nos vemos en la parada. Quiero ver a Kai.

Oh, se prometió soportarlo. Se prometió que los enfrentaría con la cabeza fría, con serenidad y que lo haría en silencio. Trató de calmarse.

Al abordar el bus miró las caras de los estudiantes de su secundaria, esos mismos que a través de sus celulares la criticaron por sus malas acciones y le dieron la espalda. No quería estar en boca de todos con un nuevo chisme. Sería sigilosa.

Miró la espalda de Huening Kai, quién acompañaba en los asientos de adelante a su novio. Debía hablar con él primero. Buscó un momento a solas, lo que era complicado cuando Mihu era una garrapata.

Para su sorpresa, fue más fácil de lo que planeó. A la salida, Garam las acompañaba y estaba en medio de las dos. Huening Kai guardaba distancia por alguna razón. Horang solo se detuvo y los vio alejarse a los dos, sumidos en su conversación sin percatarse que la dejaron atrás. Ignoró las emociones que eso le causaba y fue hacia la única persona que sabía el torbellino de emociones que era su interior.

—Lo siento —habló, uniéndose al ritmo de su paso. Él quería seguir de largo y no quería hablarle, y lo entendía. La discusión del día anterior ella le había dejado en claro que no podía hacerlo.

—¿Por qué?

—Por decirte basura y gritarte.

—Está bien. Es normal que pienses eso.

Horang respiró profundo. Disculparse era difícil si se trataba de la elección de palabras.

—No, fui prejuiciosa. Ni siquiera te conozco y asumí algo que no sé.

Él se encogió de hombros, restándole importancia.

—Supongo que no solo vienes a eso. Y te lo digo por adelantado, no te preocupes. Tú sabrás cómo y cuándo acabas todo. Ten la confianza de que no diré nada..

Before You and I become 'We' | Huening Kai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora