- ¿Lo estoy haciendo bien, mamá? -preguntó Jimin mientras finalizaba de suturar la herida de un paciente que su madre le había asignado-
- Sí, lo haces muy bien -respondió ella con una sonrisa de orgullo-
- Listo, puede irse a casa. Recuerde que debe regresar en dos semanas para que le quitemos los puntos -añadió Jimin, volviendo la vista al paciente- Cambie las gasas a diario para evitar que la herida se infecte.
El paciente agradeció y salió de la sala, mientras Jimin y su madre caminaban juntos hacia la oficina.
- En solo dos meses has aprendido lo esecial, cielo. Es sorprendente -comentó su madre con admiración- Te ha ayudado mucho estar presente en las prácticas con los enfermeros.
- Sí, aunque tener a la mejor enfermera como mamá también ha hecho la diferencia, verla hacer su trabajo desde los siete a traído frutos -dijo Jimin, abrazándola con cariño-
- Tienes mucha suerte de tenerme -respondió ella, bromeando y alardeando un poco lo que provocó que ambos rieran suavemente
Jimin la miró por un momento, pensativo.
- Mamá... ¿Por qué no estudiaste para ser doctora? Siempre dijiste que ese era tu sueño pero nunca me dijiste el porqué
Ella se detuvo unos segundos antes de contestar, su expresión se suavizó, revelando una mezcla de nostalgia y reflexión.
- La verdad, me daba miedo asumir tanta responsabilidad. Convertirme en doctora significaba tener vidas en mis manos y no podía soportar la idea de que alguien muriera por un error mío. Aún así, no quise abandonar del todo mi sueño. Ser enfermera me permitía ayudar a las personas, seguir siendo parte del proceso de sanación, pero sin el peso absoluto de la vida o la muerte sobre mis hombros. Fue la mejor opción para mí. Aunque, si te soy sincera, a veces me pregunto qué habría pasado si hubiese tomado otro camino. Pero luego recuerdo que, de haberlo hecho, no estaría aquí, con una familia que amo. Eso vale más que cualquier título.
Jimin la escuchó en silencio, absorbiendo cada palabra. Se sentó frente a su madre, sintiendo un profundo respeto por ella.
- Siempre he admirado lo que haces. No puedo imaginar lo difícil que fue para ti tomar esa decisión -admitió-
Su madre lo miró con ternura y se acomodó en la silla, como si quisiera transmitirle toda la serenidad que ella había encontrado a lo largo de los años.
- Fue difícil, pero aprendí que no se trata de alcanzar el sueño perfecto, sino de encontrar el camino que te haga feliz. Y para mí, ser enfermera ha sido eso. He ayudado a muchas personas, he crecido tanto, y me siento realizada.
Jimin inclinó la cabeza, pensativo.
- Lo que dices me impulsa a ser doctor, de alguna forma. Quiero ayudar a más personas... pero a veces me siento inseguro. No sé si podría manejar la presión. Es un camino duro y siento que no estoy completamente convencido.
- Tienes tiempo para decidir, hijo. No te apresures ni te sientas presionado por lo que crees que debes hacer -dijo ella con suavidad, mientras tomaba su mano- Lo importante es que sigas tu corazón y encuentres lo que realmente te haga sentir pleno. Mientras tanto, sigues haciendo lo que te gusta en la fundación y disfrutando de tu adolescencia, eso ya es algo muy valioso. Sea lo que sea que elijas en el futuro, siempre estaré orgullosa de ti.
Jimin sintió un nudo de emoción formarse en su garganta. Se levantó lentamente y abrazó a su madre con fuerza, agradecido por sus palabras y su apoyo incondicional.
- Gracias, mamá. Significa mucho para mí que me lo digas -murmuró, apoyando la cabeza en su hombro-
Ella le devolvió el abrazo, acariciándole el cabello antes de darle un beso en la frente.
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¿Esa es Vida? [Kookmin]
FanfictionDonde Jungkook sufre de violencia intrafamiliar y Jimin siempre trata de curar sus heridas... También las del corazón. - Ahora estoy tratando de disfrutar vivir, porque sería egoísta de mi parte no seguir viviendo, mientras la persona que amo está...