CAPITULO 13

0 0 0
                                    

🔗👑🔗


—Pero si eso es cierto… —comenzó a decir Kook.

Era cierto; y de algún modo no era ni siquiera una sorpresa, sino una verdad que había crecido durante algún tiempo en los bordes de su conciencia y que ahora veía con detalle. Pensó: dos tronos por el precio de algunas espadas contratadas y una dosis de droga del placer. Recordó a Nicaise, en el pasillo con sus enormes ojos azules y vestido con ropa de cama.

—No puedes ir a Delfeur —dijo Kook—. Es una trampa mortal.

En el momento en que lo dijo, comprendió que Jimin siempre lo había sabido. Recordó al príncipe evitando repetidas veces el deber en la frontera.

—Perdóname si no tomo el consejo táctico de un esclavo pocos momentos después de ser arrastrado de vuelta a palacio tras haber intentado fugarse.

—No puedes ir. No es solo cuestión de permanecer vivo. Renunciaras al trono en el momento en que pongas los pies fuera de la ciudad. Tu tío controlará la capital. Ya ha… —Al recordar las acciones del regente, Kook vio la serie de movimientos que habían llevado a aquel momento, cada uno ejecutado con precisión y con gran anticipación—. Ya ha cortado tu línea de suministro al quitarte Varenne y Marche. No tienes ni dinero ni tropas.

Entonces, cayó en la cuenta. Ahora estaba claro por qué Jimin se había esforzado por exonerar a su esclavo y ocultar el ataque. Si se declaraba la guerra, la esperanza de vida del príncipe sería incluso más corta de lo que sería en Delfeur. Cabalgar hasta la frontera con una compañía de hombres de su tío era una locura.

—¿Por qué lo haces? ¿Es un movimiento forzado? ¿No se te ocurre una forma de negarte a ir? —Kook examinó el rostro de Jimin—. ¿Tu reputación es tan terrible que creés que el Consejo pondrá a tu tío en el trono a menos que demuestres tu valor en la frontera?

—No sigas, porque no te lo permitiré —contestó Jimin.

—Llevame contigo a Delfeur.

—No.

—Akielos es mi país. ¿Creés que quiero que sea invadido por las tropas de tu tío? Haré todo lo que esté a mi alcance para evitar la guerra. Llevame contigo. Necesitaras a alguien en quien confiar.

Casi se estremeció al pronunciar esas últimas palabras y se arrepintió de inmediato. Jimin le había pedido confianza la noche anterior, y Kook prácticamente le había escupido en la cara. Recibiría el mismo trato.

Jimin solo le ofreció una mirada vaga y curiosa.

—¿Por qué iba a necesitar eso?

Kook lo miró fijamente, de repente consciente de que si preguntaba «¿Creés que puedes lidiar con intentos de asesinato, el mando de las tropas y con los trucos y trampas de tu tío tú solo?», la respuesta sería sí.

—Habría imaginado —dijo Jimin— que a un soldado como tú le haría muy feliz ver a Yikyung destronado, después de todo lo que te ha hecho. ¿Por qué no mostrar tu apoyo a la regencia contra él, y contra mí? Estoy seguro de que mi tío te abordó para que espiaras para él y que la oferta que te hizo era generosa.

—Sí. —Kook se acordó del banquete—. Me pidió que me acostase contigo y que se lo contara después. —Entonces, añadió con franqueza—: No con esas palabras.

THE CAPTIVE PRINCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora