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Quizá haber venido fue una mala idea.
Las horas han pasado y estoy tan aburrido que me estoy durmiendo, aparte que me estoy muriendo de hambre.
¿Esta mujer no come o que?.

Ya casi serán las cinco de la tarde. En el internado nos enseñaron que los alfas son muy comelones, y a veces suelen ponerse de malas cuando no lo hacen.
Quizá eso no se aplica en la mía.

Solo se a mantenido en su computadora, hablando por teléfono y con su secretaria.

Conmigo no a dicho ni una palabra.
Me e levantado a abrazarla y me quita.
E intentado besar su mejilla y me aleja.
Estoy pensando seriamente en seducirla con mi aroma.
Necesito algo de respuesta de su parte.
Pero también tengo miedo, mi luna soy un cobarde.
Nosé que hacer.
No me gusta sentirme rechazado.

Las malditas redes sociales no me entretienen, debí haberme traído un libro tan siquiera. Pero yo que hiba a saber que Abigail me ignoraría así.
Me imaginé algo muy diferente.

Espero que cuando estemos casados sea más platicadora. Como es muy anticuada es seria. Aunque también es algo bueno, no quiero que sea tan sociable con otros Omegas.
Solo conmigo.

Mi estómago vuelve a rugir y abro mi boca rompiendo el silencio.

- Alfa, tengo hambre, es muy tarde ya -

- En el primer piso hay una cafetería, ve a comer - me contesta sin ni siquiera verme.

- Vamos entonces -

- No tengo hambre -

- ¿Porqué? -

- Porque no tengo hambre Lorenzo, estoy ocupada -

- En una hora debemos estar en casa -

- Te dije que yo no iría -

- ¿Pero porqué? -

Me pongo de pie y me acerco al frente de su escritorio.

- Lorenzo no me hagas repetirte las cosas -
Ahora sí voltea a verme.

- Oh vamos, no podré hacerlo todo yo solo -

- Dile a tu madre que te ayude -

- No quiero que ella me ayude, quiero que tú lo hagas, porfavor Alfa, te lo ruego, ven conmigo -

- Lorenzo --

-Porfavor, porfavor, Alfa porfavor, porfavor-

- ¡Bien!, Pero deja de hablar ya -

Sonrío.
La victoria fue mía.

- Entonces vamos a comer y vayamos a casa -

Por fin, me siento muy raro sin hacer nada.
En el internado teníamos bastantes actividades.

Alfa se levanta y toma su saco colocándoselo. Es tan guapa. Me encanta demasiado.

Cuando camina a la puerta voy tras ella y salimos a la sala donde su secretaria se levanta cuando la ve.

- Puede irse Patricia, no volveré a la oficina, la veo mañana - Anuncia y ella sonríe demasiado.

Por supuesto, me imagino que salir temprano del trabajo te hace sonreír así.

- Gracias señorita Abigail, hasta mañana -

Sonrío cuando sus ojos me ven y paso por su lado siguiendo a mi alfa hacia el ascensor.

Me tomo el atrevimiento y tomo su mano. Ella me ve y le sonrío pero no me corresponde y solo entramos al elevador cuando llega.
La música suave es todo lo que escucho.

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