*JUNGKOOK 🏒

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SeoJoon tenía razón: organizar una fiesta es difícil.

Sin embargo, lo más difícil de hoy ha sido aguantarlo a él. Había llegado a un acuerdo con Joe y Mattie para que lo distrajeran durante todo el día mientras los demás preparábamos y organizábamos todo.

Era un plan perfecto.

Hasta que SeoJoon decidió que tenía que quedarse en casa para esperar a que le entregaran un paquete que había pedido. Que yo me quedara no era suficiente, tenía que quedarse él mismo.

Después de Joe, SeoJoon es el tipo más listo que conozco, así que estoy seguro al cien por cien de que lo hacía por joder. Por fin conseguimos que se fuera con los otros, y treinta segundos más tarde llegó el repartidor con las mesas de la fiesta. La entrega que se supone que SeoJoon estaba esperando nunca llegó.

«Capullo».

Cada vez que pienso que ya lo sé todo de mis amigos, hacemos algo nuevo, como convertir la casa en un casino, y me doy cuenta de lo idiotas que son.

La casa ha quedado genial. No he escatimado en gastos y no me arrepiento lo más mínimo.

Por mucho que me saque de quicio, SeoJoon se lo merece.

La decisión más inteligente que tomé fue contratar un bar totalmente abastecido y con empleados. Lo han instalado en la terraza, junto a la cristalera de la cocina, y queda genial.

Bobby y Kris se lo han pasado en grande poniéndoles nombre a los cócteles, y creo que cuando SeoJoon oiga a la gente pedir un «Se vienen cositas» o un «A por el bote», se va a partir el culo.

Eso sí, nos hemos puesto de acuerdo para no aclarar el origen del «A por el bote». Es más divertido que la gente lo adivine, pero la respuesta real es que cuando SeoJoon estuvo en el hospital después de su accidente, se pasó varias semanas viendo La ruleta de la suerte.

Ahora, cuando está de resaca, se tumba en el sofá del salón a ver su programa favorito. Está prohibido que nadie diga una palabra mientras lo ve, y nadie se ha atrevido nunca a romper esa norma.

Yoongi no se dio cuenta de lo que pasaba hasta que se mudó con nosotros, y no estoy seguro de que todavía lo sepa, pero sabe que ese rato tiene que callarse, como todos.

—Estamos tremendos —dice Mingyu, mirándonos a cada uno con nuestro esmoquin. Los chicos deberían haber vuelto antes de que empiece la fiesta, así que tendrán tiempo para darse una ducha y ponerse los trajes. Queremos estar listos para que esto sea Las Vegas cuando SeoJoon entre.

—¿Crees que WooShik y Taehyung vendrán? —pregunta Mingyu, retocándose la pajarita.

—Espero que sí, tío. SeoJoon espera que WooShik venga, y no quiero decepcionarlo en su propio cumpleaños.

—Nada que ver con que quieras liarte con Tae para hacer las paces, ¿no? —se ríe Bobby.

Levanto la ceja.

—¿Desde cuándo lo llamas «Tae»?

—Somos amigos. El ejercicio ese de romper el hielo funcionó; me cae bien.

«Ah, pues genial».

Por suerte los chicos vuelven y poco después la fiesta está a pleno rendimiento, así que no me da tiempo a analizar por qué todos mis amigos ahora son tan amiguitos de Taehyung.

Hacer la fiesta exclusiva para invitados fue una de mis mejores ideas. En primer lugar, en este campus no se puede mencionar la frase «barra libre» a menos que quieras arruinarte.

AMOR EN HIELO (KOOKV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora