Parte 6

180 46 11
                                    

Jimin

Los días de cosecha eran los que más me gustaban, estaba orgulloso de mostrarle a Jungkook como lo hacíamos y él parecía bastante interesado en ello.

—¿por qué separan las fresas?—preguntó mientras caminábamos por la cosecha.

—El dueño de la empacadora es bastante exigente, todas son de primera calidad pero si no le entregamos las más grandes y rojas reduce el pago, prefiero no tener diferencias con el. Hay cuentas por pagar y este lugar necesita salir adelante.

—A mi me parece que todas lucen bien—murmuró viendo las enormes fresas que colgaban de las hojas.

—No lo conoces—sonreí—Empecemos aquí. Mira, esta es enorme, seguro le encantará—dije arrancando una enorme fresa y mostrándosela.

Continué cortando las fresas y mostrándole a Jungkook las características que buscábamos en cada una. El se mostró entusiasmado y comenzó a ayudarme después de que le expliqué a detalle qué criterios tomábamos en cuenta para separar la fresas.

Antes de las nueve detuvimos las labores para recibir el desayuno que Dolores nos llevó. Jungkook miró un poco desconfiado la sopa, pero lo animé asegurándole que no se arrepentiría de probar la sopa de verduras de Dolores.

—Es buena—asintió dándole otra cucharada y yo sonreí viendo como dejaba limpio el tazón en tiempo récord.

—¿Quieres un poco más?—le ofrecí y él se lamió los labios.

—Si por favor, nunca había probado algo como esto.

—Te lo dije—chasqueé la boca.

Después de medio día, le pedí a Darren que supervisara la cosecha mientras yo llevaba a Jungkook a conocer el resto del lugar. Paseamos por el establo, luego lo llevé a ver los cerdos y a los borregos  y finalmente le mostré orgulloso mis hermosas alpacas.

—Son...graciosas—dijo Jungkook manteniendo distancia.

—No tengas miedo, son inofensivas—le dije riendo mientras acariciaba a Carlota—Ella es Carlota y ese de allá es Ramiro.

—Les pusiste nombres—rió aún guardando la distancia.

—Si, mi abuelito me las compró el año pasado, espero que algún día tengan hijo y tener una enorme familia de alpacas. ¡Ven! Puedes tocarlas no te harán nada, son amigables, Motita también las adora—sonreí viendo a mi pequeña mascota mover la cola alrededor de Ramiro.

—N-no gracias prefiero mirarlas desde aquí—sacudió las manos negando.

—Bien,  vamos a que te muestre el lago, lo amarás. Después será la hora de comer y podrás probar el pay de fresas de Dolores.

Lo llevé hasta el lago, mientras caminábamos podía ver como el sudor escurría por la frente de Jungkook, no estaba acostumbrado a esto pero sabía que amaría el lago y podíamos salpicarnos un poco de agua para refrescarnos.

El lago estaba al final del camino, detrás de unas enormes rocas que parecía que la naturaleza las había puesto ahí para que te recibieran.

—Y delante de ti, tienes el hermoso lago por el que este pueblo y este lugar reciben su nombre, Crystal Lake.

Mi pecho se hinchó de orgullo al ver el rostro asombrado de Jungkook mirando el lago cristalino rodeado de hermosa vegetación, con flores de colores y un pequeño nacimiento de agua que salía de una de las enormes rocas.

—¡Oh Lunas esto es...hermoso!—dijo mirando el paisaje.

—Lo es, uno de los lugares más hermosos que verás—sonreí.

Los días que dormí a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora