Parte 10

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Jimin

Tengo una cita, no. ¡Tengo una cita! Chillé emocionado apenas desperté el sábado. Mi vida estaba marchando más que perfecto, había firmado mi primer contrato como dueño de Crystal Lake y había sido un muy buen contrato gracias a Jungkook.

Le conté a mi abuelo que Jungkook había ayudado y después de darme un sermón por haber sido tan inseguro en la negociación, me felicitó.

—¡Sabía que lo lograrías!—apretó mis mejillas—mantén a ese muchacho cerca de ti y aprende de él. Ya te he dicho que necesitas ser...

—Más estricto—tarareé rodando los ojos.

—¡Si, tienes que ser duro en los negocios Jimin! De ti depende este lugar y todas las familias de los que trabajan aquí.

—Lo siento abuelo, ya conoces al Sr Roberts siempre ha sido exigente. No confiaba en mí, pero te aseguro que tendrá el mejor producto y no fallaré.

—El Sr Roberts es un bastardo y siempre lo ha sido. No debería de subestimarte.

—Debiste haber visto la cara del Sr Owens cuando Jungkook le dijo que no firmaríamos.

—Me alegra, nos toma por ignorantes y no debes permitírselo.

—Comenzaremos la siguiente semana a trabajar, en un par de días nos enviarán el adelanto por la firma del contrato. Jungkook les pidió que hubiera una cláusula de penalización si se atrasaban con el pago—sonreí.

—Es un muchacho inteligente, me agrada.

—A mí también—brincoteé.

—¿Ah si?—mi abuelo levantó una ceja.

—¡Abuelo! No me refería a eso—fruncí el ceño.

—Jimin, no has parado de hablar de lo grandioso que es. Además, el muchacho es atractivo.

—Si, lo es—baje la mirada sintiendo mis mejillas calentarse.

—Estas sonrojándote—se burló el abuelo.

Cubrí mis mejillas haciendo un puchero molesto—Deja de burlarte de mí.

—Está bien, está bien. No diré nada más Sr Park—hizo un ademán de cerrar sus labios

—Iré a la plaza hoy—sorbí un trago de mi café.

—¿Hay algún evento?—el abuelo preguntó remojando su pan en el café.

—No, tengo que ir a comprar algunas cosas, ya sabes—sacudí una mano.

—¿Irás solo? ¿Por qué no le dices a Jungkook que te acompañe?—sonrió con picardía.

Comencé a ahogarme con mi propia saliva, golpeé mi pecho y mi abuelo palmeó mi espalda para ayudarme.

—¿por qué iría con Jungkook?—carraspeé.

—No sé, es sábado podrían dar un paseo y aprovechar la tarde.

Mordisqueé mi labio inferior nervioso, mi abuelo era tan perspicaz.

— Tu ganas, iré con Jungkook. Vendrá por mí más tarde pero solo me acompañará por algunas cosas.

—Bien—asintió mi abuelo con una sonrisa—ponte lindo uno nunca sabe.

—¡Oh por la luna abuelo!—rodeé los ojos—mejor me voy. Iré a ver a Carlota y a Ramiro, ayer terminé tarde y no pude ir a verlas.

Corrí a ver mis hermosas alpacas, era solo un pretexto para huir del abuelo. Si las cosas funcionaban con Jungkook, mi abuelo sería el primero en saberlo, pero yo era inexperto en temas de citas y romance. Si no funcionaba, no quería que el abuelo la tomara en contra de Jungkook. Ya le había dicho a Jungkook que nunca había tenido un novio, pero la realidad es que nunca había salido con nadie ni si quiera a una cita. Esas cosas no me interesaban, ningún alfa había llamado mi atención y no era una persona muy sociable. Mi círculo era realmente el mismo desde niño, en la universidad no hablaba con nadie, me retraía ideando en cómo volver a casa. De todas formas, si conocía al alguien de otro lugar no funcionaría, porque yo no estaba dispuesto a dejar mi hogar por nada del mundo, mucho menos a mi abuelo.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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Los días que dormí a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora