Abrí los ojos y vi al techo, no era mi casa. Volteé a ver a mi alrededor y veo a mis amigas acostadas, durmiendo. De repente todos los recuerdos vinieron de golpe a mi cabeza y sentí un hueco en el pecho. George y Sam se besaron. Fruncí el ceño, pegué mis rodillas al pecho y sentí una lágrima bajar en mi mejilla.
Esta no soy yo.
Definitivamente no soy yo.
Y me di cuenta de que estoy siendo ridícula. Esta no quiero ser yo, soy más fuerte que esto. Primero tengo que hablar con George y definir qué va a pasar con nosotros, pero ahorita me encuentro muy dolida, no creo poder hablarle y no empezar a gritarle.
— ¿Cuánto tiempo llevas despierta? —preguntó Hayley.
—No sé, como diez minutos —respondo.
— ¿Por qué no nos despertaste?
—No quería molestarlas —digo con un suspiro. Hayley me lanza esa mirada comprensiva y a la vez me da miedo, porque después de esa mirada siempre me dice que no tenga miedo de hablar.
—Buenos días solecitos —saludó Summer, y consiguió sacarme una risa.
—Wow, diez puntos a Summer por sacarle una sonrisa a Is —dijo Hayley. —Si estuviéramos en Hogwarts serían útiles. ¿Te imaginas lo fabuloso que sería?
—Tengo hambre —la interrumpo.
—Oh, pues creo que la mamá de Anne está despierta. Hay que despertar a Anne y ya —comentó Summer. Movió a la susodicha y abrió los ojos lentamente.
— ¿Qué pasó? —preguntó y luego de esto, bostezó.
—Is tiene hambre —respondió Summer.
—Oh, bueno vamos a desayunar —Anne se paró y bajamos las escaleras. Antes de eso me vi rápidamente en el espejo, y se ve como usualmente se vería cuando me levanto normalmente, y no como si hubiera estado llorando toda la noche.
*****
Después del desayuno nos bañamos por turnos, gracias al cielo elegí mi ropa antes de entrar en ese estado extraño de depresión, porque seguramente habría elegido la ropa más fachosa y despreocupada de mi clóset, por suerte elegí algo cómodo, pero me veía bien.
Chequé mi celular por milésima vez y suspiro. Nada. Ni un mensaje, ni una llamada. Lo malo de que George sea mi novio, es que me conoce perfectamente. Y sabe qué hacer en caso de que me enoje. Pero nunca pensé que tendríamos que lidiar con esto.
Quiero tomármelo con calma, culpar al alcohol y al momento. Pero no creo que George estuviera tan perdido como para no haberle cortado el beso cuando pudo. Básicamente se tragó la cara con Samantha y yo tuve que quedarme parada como estúpida sin hacer nada. Lo peor de este caso, es que no bebí ni una gota de alcohol, como para echarle la culpa o tener recuerdos borrosos. Lo recuerdo todo con claridad.
—Is, ¿quieres que hablemos de lo de anoche? —preguntó Summer.
—No lo sé, no sé si estoy lista —respondí con honestidad y suspiré.
—Mira Is, eres mi amiga, George es mi amigo. Pero tengo que reconocer que fue un pendejo de lo peor —Anne había tomado de mi mano e intentó poner una cara seria, que terminó en una risa.
Suspiré aliviada y todas nos sentamos a platicar de otras cosas. Todo iba a la perfección hasta que a lo lejos escuché mi teléfono sonar. Lo quedé viendo y cerré los ojos, deseando que se callara. Summer corrió a agarrarlo y contestó.
— ¿Bueno? —preguntó seria. — ¿Qué? ¿Hablar con ella? ¡¿Acaso eres estúpido?! Le hiciste daño, y no, no quiere hablar contigo. Así que hazte un favor y no la busques hasta que ella decida qué hacer con un tipo como tú —Summer colgó y volvió a conectar el teléfono para que cargara.
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Situación Sentimental: Creo en el destino. (SS#2) (PAUSADA)
Dla nastolatkówIsabella se tiene que enfrentar al nuevo ciclo escolar después de unas largas y agradables vacaciones. Está enamorada de George, y él de ella. Todo parece ser de color rosa, hasta que entran a clases, dónde nada será tan sencillo como ambos creían...