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Heeseung

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Needy

"Hee, ya no puedo correrme, no puedo más", gemías entre respiraciones, con la cabeza mareada y el cuerpo cubierto de sudor. Heeseung gimió contra tu cuello y continuó moviendo sus caderas con necesidad, agarrando tus manos y sujetándolas por encima de tu cabeza. "Lamento que te sientas tan bien, tan apretada y cálida, princesa, puedes tomar otra, te lo prometo", balbuceó Heeseung en tu oído, sus caderas continuaban moviéndose.

En este punto, había gotas líquidas de semen que salían de ti cada vez que él entraba y salía de ti, tus uñas se clavaban en sus manos mientras te retorcías. Podías sentir otro nudo formándose en tu cuerpo en lo que sentías que iba en contra de tu voluntad, Heeseung continuaba susurrando alabanzas en tu oído sobre cómo podías tomar otro. "Ngh, princesa, cada vez que beso tu cuello uterino te aprietas, es como si Lo estuvieras  haciendo a propósito", siseó Heeseung entre dientes.

Te movió para que te presionaras contra él en una prensa de acoplamiento, tus manos corriendo desesperadamente hacia su pecho en busca de algún tipo de estabilidad. "Heeseung, por favor", jadeaste, apretándolo con fuerza mientras sentías que tu barriga formaba otro fuerte nudo. Tus piernas intentaron empujarlo porque no estabas segura de si tu cuerpo podría soportarlo, Heeseung te inmovilizó ligeramente con su peso.

"Lo sé princesa, sé que estoy tan cerca, tan cerca, te sientes tan cálida por dentro", gimió Heeseung, su propia respiración comenzó a volverse pesada mientras aceleraba sus caderas.  Solo podías balbucear su nombre mientras su punta continuaba presionando contra tu cuello uterino y empujando contra la parte esponjosa de tus paredes, tu voz salía tan ronca que apenas podías reconocerla como propia.

"Mierda, estoy ahí, princesa", divagó Heeseung. Sus embestidas se volvieron descuidadas y sus mejillas se tiñeron del color de las rosas, sus ojos se cerraron con fuerza mientras los empujaba a ambos hacia el placer. Fuiste el primero en romperse cuando el nudo en tu vientre se rompió, tus uñas se clavaron tan profundamente en sus hombros que te sorprendió que no dejaran sangre. Heeseung llegó poco después, mordiéndote el hombro para reprimir sus gemidos entrecortados mientras empujaba su carga final dentro de ti.

Heeseung se levantó y suavemente salió de ti, observando con las pupilas dilatadas cómo su carga se derramaba sobre las sábanas. En este punto ni siquiera podías mover tu cuerpo, tus extremidades se sentían como plomo mientras Heeseung recogía el semen que se derramaba y ponía sus dedos en tu boca, observando como instintivamente los lamías para limpiarlos.

"No desperdicies nada de mi arduo trabajo princesa".

By: goldeunoias

Chicas espero no se muy fuerte para ustedes 🙈