One Shots | My hero academia

Decisiones 💥Bakugou Katsuki💥

Créditos a la idea a:RominasoledadChirino

Ahora si empezamos...

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La tarde caía sobre la academia UA, y el sonido de las risas de los estudiantes resonaba en los pasillos. Era un día como cualquier otro, lleno de entrenamientos y promesas de un futuro brillante como héroes. Pero en una de las aulas vacías, la atmósfera era tensa y abrumadora. Me encontraba sentada en un escritorio, mis manos temblando ligeramente mientras jugaba con los bordes de mi uniforme. Había pasado semanas tratando de asimilar la noticia que había cambiado mi vida por completo: estaba embarazada.

La puerta se abrió de golpe, y Katsuki Bakugou entró, su rostro serio y los puños apretados. Podía sentir la tensión en el aire y mi corazón latía con fuerza, retumbando en mis oídos. Era ahora o nunca. Había decidido que no podía seguir escondiéndole la verdad, aunque el miedo se cernía sobre mí como una nube oscura.

—Bakugou, tenemos que hablar —dije, forzando a mi voz a salir de manera firme, aunque sentía que se me quebraba.

—¿Sobre qué? —respondió él, su mirada fija en el suelo, evitando hacer contacto visual.

Inhalé profundamente, sintiendo un nudo en el estómago. Encontrar las palabras adecuadas era una batalla que luchaba contra mí misma. Finalmente, decidí ser directa, no podía dar más rodeos.

—Estoy embarazada.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Bakugou levantó la mirada, sus ojos se agrandaron en shock y, por un instante, el tiempo pareció detenerse. Pero luego, su expresión cambió. Pasó de la sorpresa al enfado en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Qué? ¡¿Estás bromeando?! —su voz se tornó dura, como un golpe que me dejó sin aliento.

—No, no es una broma —respondí, sintiendo una punzada de dolor por su reacción. Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, pero traté de mantenerme firme.

—¿Y qué se supone que vamos a hacer? —gritó, su frustración estallando en la habitación como un trueno—. ¿Vas a arruinar nuestras vidas por esto?

Sus palabras me golpearon con la fuerza de un puño. Sentí que mi corazón se hundía, y una parte de mí quería gritarle que no entendía lo que estaba pasando. Pero, en cambio, solo pude murmurar:

—No quiero arruinar nada... Solo quiero que lo hablemos.

Pero Bakugou, incapaz de procesar la situación, dio un paso atrás, su expresión de furia mezclándose con el miedo. Su desdén me dolía más de lo que imaginaba.

—No sé qué quieres que haga, pero esto es una locura. ¡No puedo ser un padre! —Su voz se había vuelto más suave, pero el daño ya estaba hecho.

El desasosiego que sentí fue como un eco en mi pecho. La idea de ser madre a una edad tan temprana me aterraba, pero su reacción me hizo sentir aún más sola. Las palabras que había esperado que salieran de su boca, palabras de apoyo y amor, no llegaron.

—¿Y si decido quedarme con el bebé? —pregunté, ahora con una determinación renovada. Era mi vida y mi elección.

Bakugou me miró, y por un instante, su expresión se suavizó, pero rápidamente volvió a endurecerse.

—No, no puedes hacer eso. No podemos ser héroes si estamos atrapados en esto.

Su negación me hizo sentir que el mundo se desmoronaba a mi alrededor. Las risas de los otros estudiantes resonaban en mis oídos, pero ahora todo parecía distante y lejano. La promesa de un futuro juntos se estaba desvaneciendo, y con ella, mi esperanza.