𖹭.ᐟ Una cita

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- ¿De verdad miras a A-yuan como tú hijo, que tu cuerpo respondió a eso? - Wei ying tragó saliva como por cuarta vez, sentía su garganta muy seca.

Asintió despacio ante la pregunta del alfa, estaban ahora sentados en la casa de Lan zhan, Yuan jugaba en el suelo con unos juguetes.

Mientras que ellos estaban hablando de lo que les habían dicho. Ahora Wei ying era la madre, no biológica, pero seguía siendo la madre de Yuan, una parte de Wei ying estaba contento con eso, pero su parte racional le gritaba.

Había llegado reclamando su lugar en la pequeña familia.

- ¿Qué harías si te dijera que me mudaré  y me llevaré a Yuan conmigo? -El aire en sus pulmones se detuvo por completo.

Miró al alfa con algo de miedo, estaba serio y con los brazos cruzados sobre su pecho. No podía, Lan zhan no podía hacerle eso, no podía quitárselo.

- Te lo prohíbo ¡No puedes llevarte así como así a A-yuan, no puede estar lejos mí! -No supo en qué momento se había levantado de su puesto, golpeando la mesa con sus manos.

- ¿Baba? - Yuan dejó lo que estaba haciendo para mirar a los mayores, podía sentir el aire de molestia que tenía el omega, daba algo de miedo verlo molesto.

Lan zhan por su parte solo sonrió, confundiendo más al de baja estatura.

¿Dónde estuviste antes? Si te hubiera encontrado quizás mi pequeño no hubiera sufrido tanto -Wei ying se sintió avergonzado, una parte suya molesta por la prueba, por así decirlo, hecha por lan zhan.

Yo lo quiero, no pienses en alejarlo de mí -Había formado un lazo con A-yuan, si los separaban ambos iban a sufrir bastante. Lan zhan solo le sonrió, una sonrisa leve que trasmitía tranquilidad.

- No lo haré Weiying. Tú ya no podrás escapar de mí tampoco, no te dejaré ir -Wei ying se sonrojó ante esa declaración, supo leer entre líneas. Una mano pequeña jaló su ropa y miró hacía abajo, A-yuan quería subirse a su regazo.

El omega alzó con cuidado al pequeño, lo sentó en sus piernas y el giró rápidamente a sus pechos tocando allí, ya era su hora de comer, desde que empezó a lactar no había tocado otro alimento.

Arreglo el Hanfu acomodando al pequeño para que pudiera comer tranquilo, A-yuan dio un ronroneo complacido mientras succionaba su pezón con ganas.

Wei ying sintió como el aroma del alfa se volvía pesado, cargado con un poco de excitación, su boca se hizo agua al oler algo de esa manera. Alzó el rostro para ver al alto, sus ojos negros eran intensos sobre él, y no se despegaban de sus pechos.

Tragó saliva sintiendo su rostro arder, más rojo que un tomate. No era un secreto que a los alfas les encantaba la leche materna que daban los omegas.

No solo su sabor, sino que también era bueno para ellos al ser tan nutritiva, y sus pechos habían crecido un poco más desde la vez en la que A-yuan tomó leche por primera vez, y no dejaban de producirla.

Quizás podría hacer algo de lo cual se iba a arrepentir mucho después, o si no solo moriría de vergüenza.

Acomodó el Hanfu mostrando su otro pecho lleno, Lan zhan abrió los ojos ante eso, era una invitación para que él también pudiera probar. El rostro rojo del omega se lo podría confirmar, el aroma lo estaba volviendo loco.

Se levantó de la silla despacio, de todas formas, no se quería tirar al omega como un desesperado. Allí era muy incómodo, así que tomó al omega en sus brazos, sacando un chillido de este, tuvo cuidado con A-yuan quien solo comía tranquilo del pezón.

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