𝓼𝓮𝓲𝓼.

175 24 22
                                    

Satoru se mantuvo a la distancia, como un espectador silencioso de la vida que una vez compartió con [T/N]. Cada movimiento suyo, cada risa que brotaba de sus labios, era como una daga que lo atravesaba, recordándole la conexión que habían perdido.

Desde su posición, podía observarla con claridad, cómo interactuaba con los demás estudiantes de Kioto, especialmente con Aoi. Aunque él lanzaba miradas llenas de deseo y desesperación, [T/N] parecía tratarlo con la formalidad de una profesora que se preocupa por sus alumnos, sin prestar atención a los coqueteos indirectos del chico. Sin embargo, el simple hecho de que Aoi estuviera cerca de ella encendía un fuego de celos en su pecho.

La ansiedad y el anhelo se arremolinaban en su interior.

Debo hablar con ella. Esa idea giraba en su mente, pero el miedo lo mantenía paralizado. A cada instante, su resolución se desvanecía al ver cómo sonreía, cómo su esencia brillaba con fuerza en medio de una multitud que una vez había sido suya.

Mientras sus pensamientos luchaban en su mente, Shoko se acercó a él con una expresión seria en el rostro. Había un aire de preocupación en sus ojos, y eso hizo que la inquietud de Satoru se intensificara.

—Satoru —comenzó Shoko, su tono era más grave de lo habitual—. Necesitamos hablar.

Satoru la miró, sintiendo un nudo formarse en su estómago.

¿Qué podría decirme que no supiera ya? Pensó. No quería escucharla. Cada vez que alguien mencionaba a [T/N], sentía que se desmoronaba un poco más.

—¿Ahora? —preguntó, su voz apenas un susurro. Quería evitar la conversación, pero sabía que era inevitable.

—Sí. Es importante —insistió ella, frunciendo el ceño. Su seriedad lo alertó, y él supo que esto no sería una charla trivial.

Shoko tomó un respiro profundo antes de continuar. —Creo que es importante que lo sepas... la verdad es que... —miró hacia el suelo, buscando las palabras correctas—. [T/N] está conociendo a alguien.

Esas palabras cayeron sobre Satoru como un peso. El mundo a su alrededor se desvaneció. Era como si el aire se hubiera evaporado de la sala, dejándolo atrapado en un silencio ensordecedor. Su corazón dio un vuelco, y por un instante, todo se volvió borroso. La imagen de [T/N] sonriendo, riendo con Aoi, se instaló en su mente, una representación cruel de lo que había perdido.

—¿Qué...? —La pregunta salió de sus labios con dificultad, cada sílaba impregnada de incredulidad y desesperación—. ¿Estás segura?

—Sí, Satoru —respondió Shoko, y sus ojos mostraban una mezcla de compasión y desasosiego—. La he visto con él. Ella... parece feliz.

Satoru sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. La idea de que [T/N] había seguido adelante, que alguien más había ocupado el espacio que una vez fue solo para él, lo desgarraba por dentro. Un torrente de emociones lo invadía: celos, tristeza, rabia. ¿Cómo pudo dejar que esto sucediera? Se sintió como si un vacío lo hubiera consumido, arrastrándolo hacia la oscuridad.

—No puede ser —murmuró, su voz temblorosa y llena de dolor. En su mente, una lucha se libraba entre la aceptación y el rechazo. Sabía que había sido él quien había causado todo esto, pero la idea de perderla por completo lo destrozaba.

—Satoru, debes hablar con ella —dijo Shoko, su tono lleno de urgencia—. Es la única manera de cerrar este capítulo y que puedas avanzar.

El corazón de Satoru se hundió aún más al escuchar esas palabras. ¿Hablar con ella? La sola idea lo asustaba. ¿Qué podía decirle? ¿Cómo podía enfrentarse a la realidad de que ella había encontrado a alguien más?

𝐓𝐑𝐀𝐈𝐓𝐎𝐑 ; 𝐆𝐎𝐉𝐎 𝐒𝐀𝐓𝐎𝐑𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora