Encuentro Destinado {Carlos Sainz}

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8 de mayo del 2022

>Dani

-A ver ya suelta la sopa- dijo Checo mientras dejaba la taza de cafe en la mesa.

-Digamos, que casi beso a alguien- respondí omitiendo el nombre del español

Checo arqueó una ceja, con una sonrisa divertida que no intentó ocultar.

-¿"Casi beso a alguien"? No mames, enana. Sabes que eso no funciona conmigo-dijo, cruzando los brazos mientras se recostaba en la silla, mirándome con expectación.

Suspiré, jugando con la orilla de mi taza de café, sabiendo que Checo no me dejaría irme hasta que le contara más.

-Esta bien, digamos que Carlos y yo casi nos besamos-admití finalmente

Su sonrisa se amplió aún más

-¡Yo sabía que entre ustedes dos pasaría algo! ¡A veces soy una cosa barbara!-exclamó, divertido- Pero, ¿cómo que "casi"? ¿Qué impidio que pasara?

Me reí, cubriéndome el rostro con una mano mientras trataba de explicarlo sin parecer completamente ridículo. Me sentía como una adoloscente de nuevo, la cual estaba emocionada por contarle a su mejor amigo la pequeña interacción con el que le gustaba.

-Es una historia larga, que despues te contare a lujo de detalle... digamos que recibi una llamada justo en el momento menos oportuno. Pero eso me dio tiempo de pensar, y ahora... no puedo dejar de darle vueltas.

-Mira, Dani, si sientes algo por él, no lo dejes pasar. Carlos es un buen tipo, y estoy seguro de que a ti te gusta más de lo que estás dispuesta a admitir. Pero si esperas demasiado, la vida se complica-comentó con una sonrisa amable

-Es que es algo que descubri hace unos días, o bueno más bien estuvo ahi el sentimiento pero no lo quise aceptar haste justo ese día

Checo avanzó con comprensión, su expresión perdió el toque bromista de antes y volviéndose más reflexiva.

-A veces pasa así -dijo, con una voz calmada- Cuando estamos tan cerca de alguien, los sentimientos pueden volverse invisibles. Hasta que, de repente, algo los activa, y ya no hay forma de ignorarlos.

Lo miré, procesando sus palabras. Había estado tan enfocada en mi trabajo, en no complicar las cosas y en mantener una línea entre lo personal y lo profesional, que nunca me permiti siquiera considerar la posibilidad, o más bien no quería darme cuenta de lo que estaba sucediendo.

-¿Y ahora qué?-pregunté, un poco más para mí misma que para él.

-Ahora te toca decidir si quieres averiguar hasta dónde puede llegar esto. Y si vale la pena arriesgarte -respondió Checo- Pero a ver, Dani, conociéndote... creo que ya tienes la respuesta.

-Pues, aún no lo se con presición, pero lo consultare conmigo misma 

-Hazlo, Dani. No hay prisa. Solo... no te cierres a la posibilidad, ¿vale? —dijo, dándome una palmada en el hombro antes de levantarse de su asiento— Y bueno, si necesitas hablar, haz señales de humo 

Lo vi alejarse, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo. Su consejo había sido simple, pero directo, y me dejó con más claridad de la que esperaba.

El ambiente en el circuito era palpable, Todos los equipos se movían con precisión calculada, ultimando detalles antes de la carrera. Me encontraba entre la multitud de mecánicos e ingenieros en el garage, esperando a que iniciara la carrera.