𝐀 𝐯𝐨𝐬 - 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐨 𝐂𝐨𝐥𝐚𝐩𝐢𝐧𝐭𝐨

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Narra Mía.

Estábamos entrando a mi departamento en Buenos Aires, con franco y todas las valijas, ayer fue un día agotador, fue el día de la carrera final y Franco quedó 5to, ni tan mal la verdad, un buen lugar, aunque él no se lo tomo tan así, salió un poco enojado.

Al abrir la puerta lo primero que veo son a mis papás.

Mi mamá está cruzada de brazos y papá está detrás de ella, la verdad que parecía que todo le chupaba un huevo y la mitad de otro, al contrario de mi mamá que parecía querer atravesarme con las uñas.

— Que hermosa sorpresa...— dije haciéndome la boluda yendo a saludarlos.

Franco no entendía nada.

— Fran, te presento a mis papás, papás les presento a Fran, mi novio.

Mi mamá quedó horrorizada, pero la fingió y le dio un beso en el cachete a fran y mi papá cruzó las manos con el.

— ¿Vos sos el que corre en fórmula 2?— Franco asintió, cuando menos me lo espere los dos estaban sentados en la mesa hablando sobre motores, escuderías y demás.

Yo quede sorprendida y después sentí que me agarraban del brazo y me llevaban a la cocina cerrando la puerta del comedor.

— Ya me explicas Mia— soltó mi mamá cruzada de brazos.

— Es que fue muy rápido, yo no tenía noción del tiempo, no se, es que ma...

— Y Nacho?

— ¿Nacho?

— Tu ex novio.

— Bueno, lo dijiste vos, ex novio.

— No puedo creerlo, hija, estás con alguien que llama demasiado la atención, no podría permitirlo.

— ¿Eh? Mami, es la primera vez que siento algo en serio, no me lo arruines solo porque crees que es peligroso, no me digas que llama la atención, viví en una familia que llama la atención, mi hermana se va a casar con un futbolista de la selección, campeón del mundo, ¿sos joda?

— ¿Sentis algo en serio? ¿Estas bien?— me empezó a tocar la frente simulando que tengo fiebre, le corrí la mano enojada.

— Bue, que malhumor nena, si vos me decís que realmente lo queres, yo te dejo, pero asegúrate que la próxima que me ocultes algo te prohíbo seguir estudiando.

Yo asenti y la abrace.

Las dos volvimos hacia donde estaban los hombres de nuestras vidas, charlando sin darse cuenta de todo lo qué pasó en la cocina hace dos segundos.

Mamá se sentó a juzgar un rato a franco.

— Que rico perfume, proviene de vos?— dijo mi mamá, franco asintió y mi mamá sonrió encantada— no sabía que tenías tan buenos gustos en marcas.

— Si, si. La moda también me atrae.

— ¿En serio?— dijo mi mamá apoyando sus codos en la mesa y sus manos en su cara, simulando encanto.

Ya esta, Franco había comprado a mis dos padres en sólo media hora.

Hijo de puta.

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Cortísimo mal, en el siguiente la van a sufrir.

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