Nonthada Village | FreenBecky

Indefinidamente

¿En qué momento su vida se había vuelto una película de acción?

Allí estaba Freen, aferrándose al asiento delantero del auto de Noey, que manejaba psicoticamente por todo Bangkok, durante la peor hora de tráfico, con el fin de llegar al hotel de Rebecca, y allí poder hacer despliegue de una escena digna de una película romántica, donde el protagonista llega al último momento para encontrarse con el amor de su vida.

Aunque, siendo honestos, la imagen que daba distaba de ser lo suficientemente estética como para película romántica. Más bien parecía un auto de payasos.

Noey con pánico en su rostro, girando en cada oportunidad para tomar "atajos" que sólo ella conocía.

Irin a su lado, en el asiento delantero, murmurando plegarias para no estrellarse.

Freen, aterrada, atrás de Irin, buscando el bendito cinturón de seguridad, con Nam y Saint a su lado que brincaban de emoción, y Heng atiborrado en el espacio del baúl junto a la silla de ruedas de Irin, todo coronado con la estruendosa música de "Gimme Some Lovin", de The Spencer Davis Group:

Well, my head's a-spinning and I'm floating to sound
(Bueno, mi cabeza da vueltas y estoy flotando al son de la música)

Too much is happening 'cause you're not around
(Está ocurriendo demasiado porque no estás cerca)

It's been a hard day and nothing went too good
(Ha sido un día duro y nada ha ido demasiado bien)

La canción sonaba mientras Freen intentaba pensar qué decirle a Rebecca, en el increíblemente afortunado caso de que pudiera llegar a encontrarla antes de que se vaya del país, y posiblemente para siempre de su vida.

Pero con tanto dsorden alrededor, era una tarea muy dificil.

—¡No no! ¡Debes girar aquí!— gritó Nam, atravesando su brazo hacia los asientos delanteros para señalar —¡Aqui, en Pruksa Ville!—

—¿¡Estás loca!? ¡A esta hora del día, quedaremos atascados por horas!— reclamó Freen.

—¿Por qué no intentas por Mu Ban Chom Fah alley?— propuso Saint tímidamente.

—No, esa está cerrada por reformas— replicó Nam.

—Debes ir por Nakhon Nayok— exclamó Heng desde el fondo.

—¡Ve por Pruksa Ville!—

—No, por ¡Chom Fah!—

—Mejor toma Manthana—

—¡Toma Nakhon Nayok!—

—¡SILENCIO!— exclamó Noey, frenando en seco, y sacudiendo a todos dentro del vehículo —Yo decidiré la ruta, ¿estamos de acuerdo?— dijo con autoridad.

—Si Noey, lo siento— murmuraron todos apenados.

—James Bond nunca tuvo que lidiar con esto— refunfuñó la conductora antes de arrancar nuevamente, y tras varios desvíos, terminó girando en una calle en contramano para llegar más rápido al hotel Royal Kim Ha.

Freen y Saint bajaron raudamente del auto, atravesando la calle en medio de bocinazos.

—¡Diablos, esto es divertido!— exclamó Saint, víctima de la adrenalina del momento.

Una vez dentro de la recepción, se abalanzaron al mostrador para hablar con uno de los elegantes asistentes.

—Disculpe, buenas tardes. ¿Está Rebecca Armstrong aqui?— preguntó Freen, casi sin aliento.