Branko:
La adrenalina seguía corriendo por mis venas mientras volvíamos al hotel después de la victoria. La ducha fue rápida; no podía esperar para salir y celebrar. Cuando finalmente llegué al lobby, el ambiente era pura energía. Mis compañeros estaban ahí, llenos de risas y gritos, listos para desatar la fiesta.
—¡Acá estamos, listos para salir, hijos de puta! —gritó Derek, levantando los brazos
Al verme, todos comenzaron a gritar:
—¡Capi! ¡Lo hicimos!
Fue entonces cuando Marc, siempre el payaso del grupo, comenzó a hacer un baile ridículo y sensual. Se movía de una forma tan exagerada que todos estallamos en carcajadas.
—¡Eres un gilipollas, Marc! —le dije entre risas mientras Derek le daba un suave golpe en la parte de atrás de la cabeza.
—¡Cállate, hijo de puta! ¡Esto es arte! —respondió riendo mientras continuaba su espectáculo.
La diversión era contagiosa, y todos estábamos listos para vivir la noche al máximo. De repente, el ascensor se abrió y apareció ella
Su vestido negro se ceñía a su figura como una segunda piel, resaltando sus curvas. Tenía el cabello suelto, y cuando me miró, sus ojos brillaban con una mezcla de sorpresa y complicidad. Fue como si el tiempo se detuviera; cada pequeño detalle de ella me hizo sentir un escalofrío.
Sus ojos eran grandes y expresivos, y en ese instante supe que había una conexión entre nosotros, aunque no dijéramos nada. Solo intercambiamos miradas y asentimientos, pero había un sinfín de palabras no dichas en ese silencio.
Mientras el micro nos esperaba para llevarnos a la disco, la emoción seguía creciendo. Entramos al y la música nos envolvió de inmediato. La multitud era abrumadora, pero el ambiente era perfecto.
—¡Voy a pedir lo que sea! —gritó Derek, tratando de abrirse paso entre la gente.
Una vez que encontramos un lugar para sentarnos, mis ojos se encontraron nuevamente con Meissa. La vi hablando con Luke, y aunque intenté actuar tranquilo, no pude evitar sentir un pequeño nudo en el estómago. Sabía que él era mi compañero y hermano de equipo, pero verlos juntos me hacía sentir extraño.
Fue entonces cuando Marc y Derek llegaron bailando, llevando una cantidad de tragos que unas chicas habían dejado en la mesa.
—¡Miren lo que traemos! —gritó Marc, agitando los vasos con una sonrisa burlona.
Mientras tanto, Clara se acercó a Meissa y, sin pensarlo dos veces, la llevó al centro de la pista a bailar. El ritmo de la música nos invadió y traté de disimular lo que sentía mientras miraba a Luke observándola
La música retumbaba en mis oídos mientras nos movíamos al ritmo de las luces parpadeantes.
Clara estaba en el centro de la pista, arrastrando a Marc con ella, y pronto todos nos unimos, llenos de risas y energía. Pero mi atención estaba fija en ella , que se movía con una gracia deslumbrante. El vestido que llevaba, ajustado y sexy, resaltaba cada curva de su cuerpo. Cada vez que giraba, me dejaba sin aliento.
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La jugada perfecta
RomanceSUBO CAPÍTULOS 2 VECES A LA SEMANA. ESTOY MODiFICANDO ALGUNAS COSAS! Branko Mayer es la estrella del equipo de fútbol americano de la universidad, decidido a convertirse en jugador profesional. Su popularidad y apariencia le han otorgado la fama de...