Arte.
-Fue un lindo detalle lo de hace rato, lo mínimo que podía hacer era agradecerte – mis manos estaban completamente frías, sentía que, si movía mis dedos, los huesos empezarían a quebrarse.
Él estaba de pie justo frente a mí, tenía que alzar mi cabeza para mirarlo directamente a los ojos, me observaba de una manera demasiado profunda, como si estuviera intentando leer mi mente. Unos escasos pasos nos separaban.
-Todo era completamente cierto, Arte – hizo una pausa mientras me analizaba, sin dejar de observarme dio un paso al frente y juré que me acorralaba por lo que di un paso hacia atrás chocando con la banca, pero una sonrisa socarrona escapó de sus labios para luego sentarse.
Usualmente era una persona que no se quedaba callada, tenía tema de conversación para todo o sacaba datos curiosos de lo que fuese, pero en este momento mi cerebro decidió desechar todos los conocimientos que tenía.
Había quedado completamente en blanco.
-Te soy sincera? No sé qué decir, nunca habían hecho tal cosa por mi así que cumpliste con dejarme sin palabras. – él sonrió orgulloso pero esa misma sonrisa me hizo caer en cuenta nuevamente de la situación, sacándome de mi ensoñación - ¿Qué intentas conmigo y con todo esto?
-Te lo dije, quiero conocerte, me interesas, me pareces hermosa y te busqué hasta el cansancio porque solo quiero tener la oportunidad de que me conozcas.
- ¿Sólo conocerme? – pregunté, entrecerrando los ojos.
-Bueno y otras cosas, si te soy sincero – sentí que me caía un balde de agua encima, se estaba burlando de mí.
- ¿Disculpa? ¿Hiciste todo ese show para qué? ¿Solo para endulzarme el oído y acostarte conmigo? – me molesté, alzando mi tono de voz y agarrando mi bolso y mi celular para irme.
Sus gestos me dejaron ver lo desconcertado que estaba y cuando me levanté para irme, él se levantó detrás de mí y tomó mi mano.
En ese momento el frío que tenía en mis manos se extendió por todo mi cuerpo hasta recorrer mi espalda.
-Hey Arte no, espera. No sé qué ideas erróneas tendrás en tu cabecita en este momento, pero no quiero acostarme contigo, ¿ok? Quiero conocerte, eres muy atractiva sí, pero eso no es por lo que hice todo eso hace un rato. – su tono de voz bajó más y se ceño fruncido me hizo ver que mi arrebato lo había confundido.
Suspiré y me volví a sentar.
-Entonces qué es lo que quieres? – pregunté cruzando mis piernas, mirándolo directamente.
-No te conozco, no me conoces, ¿es muy pronto para decirte que quiero casarme contigo? – lo observé como si se le hubiera zafado un tornillo – Vale, vale, lo lamento, la verdad es quiero ser parte de tu vida, saber quién eres, qué te gusta, entrar a tu mundo y que tu entres al mío... no quiero acostarme contigo, en realidad, quisiera que me dejes estar ahí.
- ¿Estar ahí? ¿A qué te refieres?
-Arte, estás en todo tu derecho de negarte, ¿de acuerdo? – hace una pausa, analizando mis gestos y continúa- A lo que me refiero con que quisiera estar ahí es a que si me dejas enamorarte... - si hubiera estado bebiendo algo, lo hubiera escupido con todas mis fuerzas.
- ¿Qué dices? – solté una risita nerviosa.
-Quiero que me des permiso para conquistarte, Arte.
-No sabía que eso se pedía...
"Porque solo lo hacían los abuelitos" pensé.
-Bueno, no puedo simplemente llegar y empezar a hacerlo, ya hoy me arriesgué demasiado con todo el show, rogándole al cielo que no pensaras que era algún tipo de acosador o algo.
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El arte de tus ojos
Storie d'amoreNo era real, solo las brasas de un fuego que quemaron un mundo ajeno al mío. Mi mundo solo llegó a ver el humo, con la esperanza de un día, sentir las llamas de ese calor que describían adictivo. No lo esperaba, mucho menos lo buscaba en alguien más...