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Por la noche, Yuuji al menos consiguió cubrirse con una manta antes de tener a ambos vampiros abrazados a él en su cama. Se removió incomodo y un tanto cansado, pero esta vez, dejó que ambos se acomodaran entre platicas que Yuuji apenas si pudo seguir debido a las manos que ya comenzaban a recorrer su cuerpo, un ritual que se repetía cada noche antes de que ambos vampiros le mordieran.
La actividad se volvía adictiva con cada anochecer, e Itadori detestaba admitir incluso para sí, que la esperaba.
"Por cierto, cachorro. ¿Cuándo es tu próximo celo?"
Era una excelente pregunta, ciertamente. Usualmente los celos de Itadori eran regulares, cada tres meses sin excepción, pero el desinhibidor dado para la cacería todo un mes atrás seguía haciendo estragos en su sistema hormonal e Itadori no podía estar del todo seguro cuándo llegaría su etapa.
"No lo sé." Respondió honestamente, y les vio reprimir una risa divertida. Itadori sospechaba, aquellos dos se burlaban de él mucho más de lo que era capaz de percibir.
"Bueno, supongo que no es un problema. Cuando sea que llegué podremos estar listos."
Evitó pensar a qué se refería el pelinegro, aunque su omega comenzó a hacerse presente en su cabeza.
"Sin embargo~" Gojo presionó con más fuerza sobre su cintura alargando las palabras con aquel tono divertido que no auguraba nada bueno (al menos no para el menor). "Hueles cada día mejor, ¿no quiere decir eso que está cerca?"
"Tal vez." Coincidió Suguru. "Y dado que Yuuji nunca ha tenido relacione sexuales antes..."
El pelirrosa no pudo evitar tensarse, apretando la tela de la sabana con nerviosismo, inseguros a qué querían llegar los mayores. "¿Qué...?"
"Mmm, ¿deberíamos ver que tan bien puede recibirnos?" y pese a ser pregunta, eran obvias las intenciones del peliblanco.
"Ustedes no..."
"Pero su cuerpo lubrica solo, así que no debería ser un problema."
"¿Juegas con tu cuerpo en esos días, cachorro? ¿Algún juguete o solo tus dedos?"
Sus mejillas se tornaron más y más rojas mientras negaba abochornado. "¿Qué les importa!"
Ambos rompieron a reír (a su costa, nuevamente, claro). "Jódanse."
"Justo ahora, preferimos joderte a ti."
Su burla vino acompañada de sus dedos recorriendo el costado de su cuerpo. La mano fría de Satoru delineó su figura por sobre la ropa, jugando con la tela de la camisa al llegar a su cadera.
"N-no." Negó, inseguro de querer hacerlo. Su omega parecía emocionado, nuevamente traicionando a Yuuji.
"Vamos, cachorro. Solo jugaremos un rato. Te gustara."
"¿No recuerdas lo que te dije? Rogaras porque te sigamos tocando. Yuu-ji~"
De pronto el peso de su respiración se escuchó sobre su negativa indecisa. Sus manos intentaron detener la contraría, pero Suguru comenzó con su propio trabajo, acariciando las piernas sobre el pantalón de dormir.
El calor naciente en la base de su estómago contradecía al temblar de su cuerpo, un bochorno que Yuuji podía sentir en su pecho.
Gojo se zafó de su agarre con facilidad y siguió su camino bajo la ropa, acariciando su abdomen, ejerciendo presión sobre este con cierta rudeza que le hizo jadear; hasta llegar a su pecho, jugó con uno de sus pezones, jalándolo con la punta de sus dedos casi sin ganas, solo una caricia apenas dolorosa para molestar al menor.

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Winter
FanfictionHuyendo de su destino como omega, Yuuji se encuentra a sí mismo presa de dos vampiros extraños y poco prudentes. Y aunque sus conocimientos sobre ellos son escasos, hay una verdad que se le repitió desde siempre en su manada: no se puede confiar en...