JiMin
—No abras los ojos. —Dije y mi esposa rio suavemente y movió los pies.
—Incluso si abro los ojos, no puedo ver nada. Tu mano está haciendo un trabajo bastante decente bloqueando mi vista.
—Bien. —Abrí la puerta del dormitorio y la ayudé cuidadosamente a entrar. No estaría bien que tropezara y cayera. Estaba embarazada de casi cuatro meses, aunque no se notaba a través de su ropa—. Está bien, ahora puedes detenerte. —Miré alrededor de la habitación del bebé que había terminado de armar anoche cuando ella ya estaba en la cama. No era muy mañoso y no hice ninguno de los muebles, pero los ensamblé. Lo que me había llevado casi un mes entero. Lo bueno fue que lo terminé mucho antes de la llegada del bebé. Ahora podíamos relajarnos, disfrutar de su embarazo y esperar a que naciera nuestra pequeña burbuja de alegría. —Cuando quite mis manos, mantén tus ojos cerrados. ¿Puedo contar contigo?
—Honestamente, JiMin, ¿no confías en mí?
—No. Eres la misma chica que me engañó para que saliera contigo hace ocho años.—¿Te estás quejando? —Besé su sien.
—Ni una sola queja de mí. —Retiré mis manos y di un paso adelante, desbloqueé mi teléfono y abrí la cámara. Hasta ahora, había documentado todo lo que podía de nuestro embarazo, y esta vez no sería diferente. —¡Y abre! —Cassie abrió lentamente los ojos. Se hicieron tan grandes en su cara suavemente redondeada. Me balanceé delante y atrás sobre mis talones con regocijo, luego me detuve. La cámara rebotaba hacia arriba y hacia abajo, y necesitaba mantenerla firme para obtener un video decente. —¿Adelante, qué piensas? —pregunté.
—Cariño. —Se tapó la boca con una mano temblorosa. Puede que no haya sido bueno para hacer cosas con mis manos, pero sabía algo sobre decoración, e incluso me impresioné a mí mismo por el cuarto de bebé beige y crema terminado.
Cuando compramos la casa hace cuatro años, el uso de esta habitación como guardería había sido un factor importante. Con las cortinas abiertas, las amplias ventanas dobles sfiltraban la hermosa luz del sol de la mañana, bañando la habitación con un brillo natural. —Oh, Dios mío, cariño. —Dejó caer la mano y caminó hacia la cuna ovalada blanca. Pasó las yemas de los dedos por el borde—. ¡Y la mecedora! Qué linda.—¿Así es, no? Adelante. Pruébela. —Se sentó en la silla blanca con cautela y se balanceó lentamente hacia delante y hacia atrás.
—Esto es increíble, JiMin. ¿Qué hermoso es ese letrero? —Señaló la palabra "brillo" en la pared al lado de la cuna.
—Es temporal. Cuando decidamos el nombre del bebé, lo reemplazaré.
—No puedo creer que hayas hecho todo esto tú solo, cariño. Y puede que nunca deje mi mecedora. Puedo desayunar aquí mismo.
Apagué el video y bajé mi teléfono.
—¿De verdad te encanta? Porque tenemos tiempo. Si hay algo que te gustaría cambiar o agregar, podemos hacerlo totalmente.
—Cariño, me encanta. No cambiaría una sola cosa. —Se palmeó el vientre —. ¿Escuchas eso, bebé? Tu papi ya te quiere mucho. Te va a malcriar cuando llegues aquí.
Me acerqué y me arrodillé frente a ella, tomé sus manos entre las mías y besé el dorso de ellas.
—Estoy tan feliz, Cassie. El día que nos enteramos del bebé fue el momento más feliz de mi vida.
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Siempre MÍO ||KookMin||
FanfictionHace quince años ayudé a poner a mi secuestrador tras las rejas. Con la ayuda de mi hipnoterapeuta, he sellado los recuerdos de mi pasado traumático. Hasta la temida llamada telefónica. "Jeon JungKook está en libertad condicional." La primera vez qu...