❝Giavanna Cohen ha decidido mantener su distancia de Jungkook Jeon, el escandaloso actor cuya fama se basa en conflictos. Pero cuando su carrera comienza a desmoronarse, se ve obligada a aceptar un papel junto a él. Entre peleas acaloradas y una ten...
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El coche avanzaba por la carretera, con el crepúsculo tiñendo el cielo de tonos anaranjados y púrpuras. El conductor, un hombre de mediana edad con una expresión seria, se centraba en el asfalto mientras un ambiente tenso se adueñaba del vehículo. A través del espejo retrovisor, observaba a Giavanna y Jungkook, cuyos rostros reflejaban una hostilidad notable.
Giavanna, con los brazos cruzados y una expresión desafiante, miraba por la ventana, intentando ignorar la presencia del hombre a su lado. En su mente, los recuerdos de su amistad con Simone y cómo había hablado mal de Jungkook la atormentaban. Había creído que estaba del lado correcto, defendiendo a quien era su amiga, sin saber que la historia daría un giro que la dejaría atrapada en una red de resentimientos.
Jungkook, a su lado, apretaba los dientes, su mirada oscura fija en el paisaje que pasaba rápidamente. Cada vez que la pensaba o la miraba sentía que el veneno de su rencor se intensificaba. La rabia que sintió cuando ella se entrometió en su compromiso con Simone lo consumía. Era fácil culparla, incluso si sabía que su ruptura con exprometida había sido inevitable. Decidido a hacerle pagar, convenció a Janelle, la directora, para que Giavanna asumiera el papel de Victoria en la película, un movimiento que le daría el placer de convertir la vida de ella en una pesadilla.
Mientras el coche seguía su rumbo, el conductor, consciente de la tensión, optó por mantener la radio apagada. Sabía que cualquier intento de romper el silencio solo avivaría el fuego. Mirando a través del espejo, se dio cuenta de que había algo más que animosidad en el aire; una historia oscura de rencores que se tejía entre ambos.
Giavanna, intentando mantener la calma, luchaba con sus propios sentimientos. A pesar de que Jungkook era un hombre insoportable y arrogante, había un lado de ella que no podía ignorar. Lo que había pasado con Simone y su traición a su confianza seguía doliendo. Pero en su interior también crecía la determinación de no dejar que él le arruinara la vida. Tenía que demostrarle que era más fuerte de lo que él pensaba.
El pelinegro, sintiendo que su sangre hervía con cada segundo que pasaba, apenas podía concentrarse en la carretera. La proximidad de la mujer a su lado lo irritaba. Su arrogancia le provocaba ganas de gritar, de liberar la rabia acumulada. Su odio hacia ella había crecido con cada palabra lanzada, y la idea de tener que trabajar juntos solo alimentaba su deseo de venganza.
