Capítulo 18

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"Bendito seas Zayn Malik"

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Después de aquella noche del desfile, todo se había descontrolado. Max, celoso y a la defensiva, cada vez que tenía la oportunidad, le recordaba que el cantante británico no era mejor que él. Una tarde, en el hotel del mexicano, mientras veían una película, irónicamente para su mala suerte un soundtrack de la película era una canción del morocho.

El neerlandés pensaba seriamente que el destino lo odiaba.

El mexicano apenas podía contener la risa al ver a Max con los brazos cruzados y esa expresión inconfundible de celos. Sabía que el rubio estaba molesto, pero no podía dejar de disfrutar la situación.

"¿Por qué tienes esa cara de perro? Te lo dije mil veces, no tienes por qué estar celoso, él solo es un amigo", le dijo con una sonrisa traviesa.

El piloto frunció el ceño y desvió la mirada, tratando de disimular lo obvio. "No estoy celoso. Es solo... que ya no me gustó la película", respondió con un tono tan seco que hasta él mismo se daba cuenta de lo poco convincente que sonaba.

Checo soltó una pequeña carcajada y dio un paso más cerca, provocando que el neerlandés frunciera aún más el ceño. "Claro que lo estás. ¿Sabes qué? Te propongo algo", dijo, levantando una ceja en un gesto juguetón. "Si olvidas este asunto de Zayn, te sumaré veinte puntos en mi gráfica de 'Perdón a Max'. ¿Qué dices?"

Max levantó una ceja, claramente intrigado pero sin querer mostrar demasiado interés. "Veinticinco, como una carrera".

"Bien, campeón".

"Mmm, ahora que lo mencionas, ¿Zayn? ¿Quién es ese? No me suena su nombre", dijo con sarcasmo y dramatización.

"Y si aceptas estar celoso, te doy un punto extra, la vuelta rápida".

"Modelo astuto, sí, estaba celoso. ¿Contento?"

El modelo rió más fuerte y le dio un leve empujoncito en el brazo. "¡Así me gusta, obediente! Estás por ganar la carrera".

Horas después, se encontraron en una elegante cena organizada por Dior, a la que Checo había invitado a Max. Aunque él no era fanático de las fiestas y eventos de moda, había aceptado porque era Checo quien lo había invitado, y no podía resistirse a pasar tiempo con él. Además, había aprovechado para invitarlo nuevamente a la carrera de Austin.

Todo parecía ir bien hasta que, al llegar, notaron que Zayn también estaba presente.

"Sí, dios malditamente me odia", murmuró el neerlandés.

Checo solo maldijo por lo bajo e intentó llevarlo hacia otro lado, pero el británico ya estaba sobre ellos, o más bien dicho... sobre el mexicano. Este incómodo lo saludó como lo haría con cualquier amigo, pero el cantante sin saber que Max estaba loco por el modelo y sin conocerlo, decidió coquetear con descaro frente a él, haciendo que la mandíbula del modelo se tensara un poco más, y el modelo comenzaba a notar la nube de celos que se cernía sobre ellos.

Max intentaba mantener la compostura, pero su mirada fulminante hacia Zayn lo delataba. Checo intentó suavizar la situación, pero antes de que pudiera hacer algo, su amiga Marifer apareció a su lado.

Ella notó de inmediato lo que sucedía y le dio una palmadita en el hombro a Max. "Tranquilo, amigo. No te preocupes. Yo me encargo de apartarlo de tu hombre, no me molesta en absoluto", le susurró en un tono cómplice, guiñándole un ojo al piloto.

Max le lanzó una mirada de confusión pero a su vez alivio, aunque su expresión seguía siendo dura, como si quisiera lanzarse sobre el morocho en cualquier momento.

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