Capítulo 7

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"Nuevas oportunidades"

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De regreso en el departamento, el grupo no podía evitar reírse de lo surrealista de la situación. George, con su mejor cara de víctima injustamente tratada, intentaba llamar la atención mientras Albon se reía a carcajadas.

"Entonces, 'Blancanieves', ¿cómo fue tu noche en la comisaría?" preguntó Lando, dejándose caer en el sofá y riendo.

"Blancanieves" se cruzó de brazos. "Para nada romántica. Estaba en una celda con Alex, quien no paraba de hacer chistes sobre nuestra situación."

"¿Qué chistes? Solo dije que ahora sí tendríamos más privacidad" respondió Albon, guiñando un ojo.

"Sí, muy gracioso," respondió George, rodando los ojos.

Siguieron haciendo bromas sobre la situación de aquellos dos calenturientos, saltándose la parte de preguntarles si eran algo más que somos "amiguitos".

El mexicano se sentó en la mesa, con una expresión pensativa. "Ok, tenemos que resolver el misterio de los chupetones. ¿Alguien recuerda algo más de la fiesta?"

"Solo recuerdo bailar y luego despertarme en el baño," dijo Gigi, levantando la mano. "¿Alguna pista en los teléfonos?"

Lando sacó su teléfono y empezó a revisar sus fotos y videos nuevamente. "Aquí hay uno de nosotros bailando en la mesa... otro de George haciendo su mejor imitación de un pavo real... ¡Ah, este es bueno!" dijo mostrando aquel video del británico haciendo su mejor imitación de un pavo real.

"¡Esa es nueva! ¡Qué talentoso eres!" bromeó Lando.

El británico soltó un suspiro exagerado. "Gracias, gracias. Siempre supe que tenía un talento oculto." dijo rodando los ojos.

Gigi se rió. "¡Pero no encontramos nada sobre los chupetones de Checo!"

El mencionado frunció el ceño, tomando el teléfono de Lando y revisando los archivos. "Nada útil. Solo espero que no sea nadie de quien pueda arrepentirme."

La rubia se acercó a él, examinando los chupetones en su cuello. "Oye, ¿cómo piensas ocultar esos chupetones para tu junta con Alexandra mañana?"

Éste se quedó pensando por un momento. "Buena pregunta. No puedo aparecer así delante de ella, me matará."

"Podrías usar una bufanda," sugirió él rizado. "O maquillaje."

"Sí, un buen corrector puede hacer milagros."

"¿Y si solo digo que fue un accidente de... eh, entrenamiento de modelos?" propuso el mexicano, intentando mantener la seriedad.

La pelinegra soltó una carcajada. "Sí, seguro. Porque los chupetones son una técnica avanzada en el modelaje, ¿no?"

El mexicano se rió rindiéndose, sacudiendo la cabeza. "Supongo que lo mejor será ir con maquillaje. No quiero dar explicaciones complicadas."

Gigi le dio un pequeño golpe en el hombro. "Bueno, será divertido ver cómo intentas esconder eso. ¡Buena suerte!"

El grupo continuó riendo y bromeando, mientras él intentaba idear el plan perfecto para su reunión al día siguiente.

Al día siguiente, se despertó temprano, decidido a ocultar aquellas marcas de la mejor manera posible. Se dirigió al baño y comenzó a aplicar maquillaje en su cuello, siguiendo las instrucciones que Gigi le había dado la noche anterior.

Después de varios intentos y retoques, logró ocultar las marcas lo suficiente como para que no fueran obvias a simple vista. Satisfecho con su trabajo, se vistió y se preparó para su reunión.

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