Blank Pages

Episodio 2 Capítulo 1

Por dónde debería empezar?

La conversación con ella, la persecución de hace unos días, el sujeto raro que está a mi lado, la muerte de mi madre?

- Tal vez debas empezar desde antes del principio, cada detalle por pequeño que te parezca puede dar luz sobre este misterio.

Por el comienzo será entonces.

Un último suspiro se escucha en la habitación, dónde un chico cuenta su historia, y un hombre se recuesta en una butaca dispuesto a escuchar el relato.

# Kosetsu

Era marzo, en la mañana, desperté, desayuné y me despedí de mi madre. Salí camino a la escuela, tenía un mal presentimiento pero lo ignore.

Algo inusual? Si lo pienso, mamá actuaba algo rara. Ella es lo que se define como atípica comparada con el resto de las madres de mis compañeros. No era estricta, pero no dejaba de animarme para superar mis límites, nunca me presionó para que hiciera algo y tampoco interfería en mis asuntos.

Sin embargo, algo le pasaba, su expresión parecía de preocupación, pero sonreía? También se notaba distraída. Nos encontrábamos sentados a la mesa, uno frente al otro.

- Mamá, ocurre algo? - sin respuesta. - Mamá?

- Qué? - por fin me mira y responde. - Pasa algo querido? - me sonríe.

- Parecías distaida, ocurre algo?

- No es nada, el trabajo es agotador, debo entregar unos panfletos en la tarde y no los he hecho.

- Es en serio? - no podía creerlo.

Ella solo empezó a reír. No era extraño que dejara trabajo para último momento pero algo seguía sin cuadrar.

- Cariño. - se levanta y camina hacia una mesita que teníamos en la sala.

La casa no era muy grande, dos cuartos, un baño, una cocina pequeña y una sala que servía como comedor y sala de estar, solo debíamos correr las butacas y la mesa en el centro servia para comer.

La mesita era antigua, siempre me pareció que no encajaba en la casa. Tenía un decorado occidental, poco común en esta parte. Se encontraba en una esquina, lejos del resto de los muebles.

Mi madre, abrió una de las gavetas y saco un libro. Lo miró por unos momentos y después me miró.

- Cariño. - repitió. - Es posible que tengamos visitas de un viejo amigo mío. - sonrió nostálgica. - Por favor se amable con él de acuerdo? - camino hacia mí y acarició mi cabello.

Aparté su mano suavemente de mi cabeza.

- Ya no soy un niño pequeño.

No debí de haber hecho eso.

Ella solo rió y empezó a despeinarme.

- Ya basta. - después de sacudir mis manos para que dejara de hacer eso, nos reímos juntos, como cuando era pequeño.

Ella secó sus lágrimas, y me dió un beso en la frente.

Tomé mi mochila y cuando me estaba colocando los zapatos en la entrada, ella se acerca.

- En verdad no te pasa nada? - me seguía preocupado.

- No mi amor. - mi madre me abrazó y susurró a mi oído.

Debí de haber insistido y haberme quedado. Di la vuelta una última vez antes de irme y la vi, recostada al marco de la puerta.

Fuera de la casa no había nada fuera de lo habitual. Llegué a la escuela y terminado todo salí camino a mi casa.