Capítulo 16

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Hinata creía estar teniendo una pesadilla, pero el dolor en el cuello le hacía pensar que más que una ficción era una situación muy, muy real.

Estaba dudando entre abrir o no sus ojos. No podía saber con seguridad dónde estaba, tan sólo podía adivinar que estaba sobre un piso de tal vez madera húmeda o concreto.

Tampoco podía decir a ciencia cierta si estaba sólo o si alguien podría estar allí acompañándolo, o peor, vigilándolo. Sin embargo, el silencio ensordecedor le dió ánimos para abrir sus ojos lentamente; el sol que entraba por la pequeña escotilla golpeó fuerte en sus pupilas, por lo que volvió a cerrarlos de golpe. Tomó aire lenta y profundamente lo más silencioso que pudo y una vez más abrió sus ojos con delicadeza.

El sitio era desagradable.

Las paredes húmedas le daban una pista de dónde podría estar, un ático o un sótano. Descubrió que el piso era madera, lo cual explicaba la primera sensación que tuvo una vez que recuperó la consciencia.

Paseó sus ojos por el lugar hasta que su mirada conectó con una dorada y gatuna.

Al principio se asustó al ver los ojos tan expresivos del joven. Sin embargo, verlo a él en medio de todo calmado y sentado en una esquina con sus piernas recogidas hasta su pecho pudo relajarse y reincorporarse.

"Auch". — Hinata tomó su cuello y lo sobó con suavidad. Kenma sonrió de lado y suspiró.

"Llevas dos días inconsciente. Temía lo peor, Shoyo". — Hinata abrió sus ojos de golpe.

"¿Dijiste dos días?" — Exhaló Hinata con preocupación. Kenma tan sólo asintió. — "¿Dónde estamos?"

"Ni idea. Ni siquiera sabemos quién puede estar detrás de ésto y porqué nosotros somos el objetivo... Bueno eso no es del todo cierto, después de todo los cinco somos Omegas dominantes".

Hinata enarcó su ceja con incredulidad.

"¿Cómo que 'cinco'?". — Sonrió Shoyo con miedo. — "Sólo te veo a ti y..."

Ahí la realidad golpeó a Hinata.

Sobre el canto de Kenma estaba Akaashi recostado. Hinata soltó un jadeo al ver al Omega, pero se relajó, solo un poco, al ver a Akaashi parpadear y sacudir su mano de un lado a otro saludándolo. No dudo en responderle con timidez.

Siguió recorriendo el lugar.

En frente de él estaba Suga junto a Nishinoya, ambos con cara de preocupación y a la vez alivio al verlo despierto. Seguido de ambos habían dos Omegas con los que Hinata nunca había interactuado.

Uno tenía pecas en sus mejillas, cabellos y ojos olivas. Temblaba como una hoja pero pudo notar que le ofrecía una leve sonrisa. El otro era un Omega con sonrisa cínica, ojos ámbar, el cabello bicolor, dorado arriba y en la parte de la nuca se veía marrón oscuro, probablemente su tono natural.

Aún cuando eran Omegas, Hinata no pudo evitar retroceder y encoger su cuerpo hasta golpear su espalda con los ladrillos de la pared. Gimió llamando a su Alfa-no-Alfa, lamentablemente no había respuesta, así que gimió más duro pensando en lo inútil que era hacerlo cuando no habían establecido un vínculo físico soltando unas cuantas lágrimas.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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