Capítulo 15

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▪️♥️▪️

¿Qué había salido mal?

¿Por qué había tanto humo?

¿De dónde provenía el fuego?

¿Por qué la gente estaba gritando?

FLASHBACK

Dentro del club Hinata se había puesto a hablar con un Beta. Issei Matsukawa.

Un joven bastante alto, pelo de color negro algo desordenado, cejas gruesas, una mirada perezosa y gesto indiferente.

La conversación en un principio era amistosa. Entre ambos empezaron a bromear, Matsukawa retaba a Hinata a que se acercara a otros y coqueteara con ellos; el Omega sonreía y luego se carcajeaba negándose a hacer tal cosa. Aunque no lo hacía porque quisiera parecer simpático o amistoso, sino porque así lo hacía reaccionar su instinto de supervivencia.

"¿Tienes pareja, hermoso?"

Aquello encendió las alarmas en Hinata. El pelinaranja había aprendido a desconfiar desde muy temprana edad de aquellos que son demasiado directos y confianzudos al conocer por primera vez a otros.

— "Bastardo... Aléjate de mi Mandarina". — Decía un Kageyama bastante molesto escuchando todo desde la furgoneta.

"Puede ser..." — Hinata rió sutilmente al escuchar a Kageyama insultarlo a través de su auricular. — "Ahora, no quiero parecer grosero, pero debo retirarme y buscar a mis amigos". — Hinata le ofreció una reverencia y giró su cuerpo.

Habría sido todo tranquilo de no ser porque Matsukawa lo había detenido tomándolo de su antebrazo.

El corazón de Hinata latió una, dos y más veces hasta hacerse un ritmo demasiado acelerado. El pelinaranja escuchaba a Kageyama preguntándole por su condición, pero Hinata había quedado paralizado.

En eso se escucharon tiroteos y gritos de personas.

Hinata trataba de zafarse del Matsukawa, a lo lejos escuchaba a Kenma quejarse porque lo estaban tomando y llevándolo a algún lado contra su voluntad. Nishinoya podía ser un Omega bastante fuerte, pero no lo suficiente pues fue noqueado por un golpe provocado en su cabeza.

Suga llamaba a Hinata desesperado cuando detrás de él un hombre alto cubrió su rostro con un pañuelo duemiéndolo instantáneamente.

Akaashi tomó de entre su bolsillo un aparato pequeño de color negro con un sólo botón, el cual habría pulsado, de no ser porque otro sujeto le había disparado en la mano, haciendo que soltara el dispositivo. De repente recibió un puño en su abdomen y luego en su cara, dejándolo inconsciente.

Hinata volvió su rostro a Matsukawa quien repentinamente acercó una jeringa, llena de un líquido transparente, a su cuello, insertando la aguja, inyectando todo su contenido en éste.

Hinata empezó a cerrar sus ojos, por más de que no quería, pero aquella droga era muy fuerte.

Lo último que vió fue la sonrisa siniestra de Matsukawa, otros cuerpos ininteligibles acercándose a ellos y en su oreja podía escuchar la voz de su Alfa llamando su nombre que se iba desvaneciendo.

Love never diesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora