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O21. El infame vestido . . . !!
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Maggie.
PASE MIS MANOS POR MI ROPA en un vago intento de desaparecer las ligeras arrugas en ella. Mi cara de aburrimiento estaba comenzando a salir y eso no era nada bueno para mí.
Cómo se era estipulado tenía que manter una sonrisa en mi rostro cada momento y eso me estaba cansado. Los clientes se paseaban por toda la tienda buscando algo de su agrado, unos con una mueca de superioridad y otros con una cara relativamente seria.
Había estado parada ahí por mucho tiempo, esperando a que uno se decidiera y me llamara para atenderlo pero aún no pasaba nada. Mi postura recta y firme me estaba matando de apoco.
Aunque en un principio la idea de trabajar en una tienda como está con una de las marcas más importantes en la actualidad, había sido como recibir un premio ahora que de verdad lo tenía comprendía que era difícil.
Mis ojos se desviaron hacia las personas paradas en la puerta. Eran tres chicos los que destacaban entre toda la gente, su postura relajada y una brillante y verdadera sonrisa acompañando sus cara los hacían brillar entre toda la gente del lugar.
Me pregunté quiénes serían.
— Maggie, que esperas, ve a y atiende a los jóvenes — el marcado acento inglés de la rubia a mi lado me hizo saltar en mi lugar. Caty, mi jefa se volteo y siguió su camino nuevamente.
Cómo lo dijo, comencé a caminar hacia ellos buscando llame su atención para poder distraerme. El moreno fue el primero en voltear su mirada hacia mí siendo seguido por los otros dos.
— Que va, tío — hablo en joven del medio, puede reconocer su asiento Canario.
— ¿Hay algo en lo que les pueda ayudar?
— Si si si, mi amigo busca algo — el moreno señaló al chico de la orilla quien frunció el entrecejo —, te vemos luego, Marc.
Y así ambos chicos se fueron dejando solo al otro que me miraba fijamente. Sin poder evitarlo lo mire con detenimiento notando la ligera diferencia de alturas.
— Entonces, ¿qué busca?
Pareció apenas darse cuenta saliendo de su mente y volviendo su atención a mí.
— Quiero aquel vestido — con el dedo índice señaló el vestido en una aparador, siendo honesta el vestido era precioso, la tela de seda distinguiendo se entre las demás.
