A mis doce años de edad estaba frente al portal que mi tío abuelo Stan, había restaurado con mucho esfuerzo y a base de secretos. En mis manos estaba la decisión más importante de mi vida; creer en mi tío Stan o obedecer a mi hermano, pidiendo que a...
Advertencia: La siguiente lectura debo informarles que es para público adultos jóvenes mayores de 21 años en adelante, contiene temas de abuso sexual, lenguaje vulgar y altisonante de género; acoso. Violencia explícita en algunas escenas.
Nota de autora: sabemos que no queremos lastimar a la protagonista, pero es parte de su evento canónico.
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Capítulo XXII: Pugnar una delusión
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Tenía un sueño inquieto que se mantenía al margen de la oscuridad.
Veía un campo de amapolas rojizas a la deriva, primero a lo lejos, luego de repente más cerca, hasta que comprendió que él se encontraba parado en dicho campo y que estaba rodeado de agua y sombras. A su alrededor era como el trasfondo del paisaje mental. Su primera reacción fue de pánico, buscar a su alrededor y encontrar a alguien a quien comunicar la importante información de que se encontraba... solo.
Pero cada vez que giraba la cabeza para mirar, su posición en la borda de la deriva se hacía más precaria y la acción de las flores tocarlo, manchaban su traje de rastro de sangre oscura y rojiza.
- - Esto no puede estar pasando, es imposible – Repitió. En sus manos brotaron pequeñas llamas que apenas incineraban las flores. – Suéltenme, suéltenme, suéltenme... yo no soy como ellos.
- - Cipher.
Una voz lo llamo dentro de las sombras, apareció un hombre con gabardina color crema y apariencia desaliñada en su vieja camisa de vestir, la cual fue alguna vez blanca y la corbata oscura desarreglada. Era joven en la imagen de su persona. Este personaje camino entre las flores antes de acomodar el par de enormes gafas estilo Browline con el marco café y su cabello ochentero con el corte mullet, rebelde de sus mechones no peinados. Se revela a su antiguo compañero y aliado.
- - Bill Cipher – Soltando un suspiro. – Mírate, que bajo has caído, demonio de un solo ojo. Regresar aquí.
- - Stanford... Pines – Dijo el rubio en una ira en su voz. – No creas que se este juego, no será fácil quebrarme, es imposible que caiga. Yo tengo mí...
- - Voluntad de titanio/ ¿Voluntad de titanio? - Hablaron los dos al mismo tiempo, uno afirmando y el otro realizando la interrogativa a su afirmación.
- - No lo creo – Soltando una burla el hombre mientras caminaba a su alrededor. – Eres fácil de atrapar y caer. Tus estrategias mentales no funcionaran aquí.
- - Eres un peón en esta trampa – Sacando un cigarrillo para encenderlo. – Maravillosos enigmas, obesos unicornios y estúpidos duendes rondando por el bosque, todos dentro de un pueblo que atrapa rarezas. Listas para liberarse y crear el caos. – Exhalando el humo en su rostro. – Oh, Cipher me has convencido de muchos proyectos con tú labia, pero ninguna fue tan certera como el terrible apocalipsis que escondes dentro de esa maldita dimensión.
