Psicópata. (HeeJake) MN #2

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JAKE

Hablaban mientras comían.

Bueno, Heeseung hablaba.

Habló sobre la teoría de cuerdas y la formulación del estado relativo, acerca de si realmente creía que había mundos paralelos y cómo algunos de sus compañeros de trabajo pensaban que sus teorías eran demasiado rebuscadas.

Jake podría haber interrumpido, podría haber cambiado de tema, pero se sentía fascinado y más que excitado por la pasión con la que Heeseung hablaba sobre un tema que claramente amaba.

Las manos de Heeseung gesticulaban salvajemente y sus ojos brillaban con intensidad mientras que de alguna manera hacía que los enormes conceptos abstractos sonaran agradables y fáciles de entender para un profano como Jake.

Cuando Heeseung estaba dentro de su zona de confort, enseñando, toda su extrañeza parecía desvanecerse.

No es que a Jake le importara realmente alguna ciencia, con excepción de las ciencias sociales, pero Heeseung explicaba sus ideas de una forma en que hacía que el universo pareciera algo mágico y lleno de posibilidades.

¿Cómo era posible que un asesino vicioso, un hombre que sin duda disfrutaba lastimando a otras personas, relatara con un asombro tan inocente las posibilidades del universo?

Jake lo envidiaba.

Envidiaba a un asesino en serie.

Si había una cosa que señalara que él ya estaba tocando fondo, era esa, pero realmente no le importaba.

Heeseung era como un enorme faro brillante y Jake la polilla, desesperada por acercarse a él y usar esa luz para cegar la mierda en la que su vida se había convertido.

—Tus estudiantes deben amarte. —dijo finalmente.

Heeseung hizo una pausa, su mirada se desvió rápidamente hacia la derecha como si estuviera pensándolo.

—Creo que sí. Recibo muchas solicitudes para mis clases y unas evaluaciones excelentes.

Jake sonrió.

Heeseung carecía de la capacidad de fingir cualquier tipo de humildad.

Tenía confianza en su brillantez.

—Puedo ver porqué.

Heeseung ladeó la cabeza de la manera en que siempre hacía cada vez que Jake decía algo que cualquier otra persona consideraría como una coquetería.

—¿Y eso por qué?

Jake miró hacia Heeseung de arriba abajo.

—Porque te ves sexy cuando hablas de física. —dijo Jake—. La cual es una frase que nunca esperé decir en mi vida.

El cambio en Heeseung fue... palpable.

Su buen carácter afable se transformó en una intensidad salvaje que hizo que la entrepierna de Jake se endureciera.

Sí, definitivamente, el tipo particular de locura que Heeseung poseía se estaba convirtiendo en el nuevo fetiche de Jake.

Heeseung lo estudió, con la mirada lo suficientemente caliente como para derretir acero.

Pero, casi con la misma rapidez con que se había vislumbrado, desapareció, siendo reemplazada una vez más por el cortés Heeseung, quien se aclaró la garganta y deslizó la mirada hacia su pollo a medio comer.

—Excepto, que estoy siendo un grosero y dominando la conversación. —dijo Heeseung, no como si de verdad se sintiera así, sino más bien como si lo hubiesen entrenado para decirlo, preparado para conocer las sutilezas necesarias para hacerse pasar como humano normal ante el mundo exterior—. Quiero saber más de ti.