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JAKE

Jake se sentía como un niño.

Estaba sentado en un sofá, mientras que un muchacho con apenas la edad suficiente para comprar cerveza, cuidaba de él.

Jake no estaba seguro de lo que esperaba cuando pensaba en la familia de Heeseung, pero sabía que no se trataba de su hermano supermodelo o su novio que parecía un querubín con pecas.

Su ansiedad fue en aumento en cuanto escuchó por los lados la conversación de Sunghoon y Heeseung, especialmente cuando Sunghoon agarró sus llaves y le dio un beso en la frente a Sunoo, prometiendo venir a buscarlo tan pronto como hubieran terminado de limpiar "el desorden".

¿Qué desorden? ¿Heeseung estaba bien? Sunghoon no parecía preocupado, más bien molesto y un poco divertido.

Y Jake no había preguntado.

Sunghoon no hablaba mucho de todos modos.

Sunoo, por otro lado, parecía haber estado esperando la oportunidad de quedarse a solas con Jake.

Tan pronto como la puerta se cerró, se volvió hacia él, levantando la rodilla sobre el sofá y acercándose más.

—Te acostumbrarás.

Jake frunció el ceño.

—¿Acostumbrarme a qué?

Sunoo hizo un gesto con la mano.

—A la rareza. La posesividad. A que actúen como si fuéramos incapaces de cuidarnos a nosotros mismos. Tengo que recordarme constantemente que Sunghoon solo lo hace porque es su única forma de demostrarme que está preocupado por mi bienestar.

Jake frunció el ceño.

—Heeseung no tiene ningún motivo para preocuparse por mi bienestar. Nos conocemos desde hace menos de una semana.

Sunoo resopló.

—Actúas como si el tiempo les importara un bledo a los Lee. No lo hace. Son como animales. Una vez que se han fijado en un aroma que les gusta, ya sea que hayan pasado diez segundos o diez años, entonces les perteneces. Heeseung no permitirá que te alejes de él. Sé que suena aterrador, pero formar parte de la familia es... no es nunca aburrido. Y nadie te protegerá como lo hacen ellos.

—¿No tendré una opinión al respecto? —preguntó Jake, tratando de mantener el tono casual de Sunoo.

Una sonrisa cariñosa se dibujó en el rostro de Sunoo.

—Él te dirá que sí. Taemin les ha inculcado sutilezas sociales a todos ellos, y saben que este comportamiento no es correcto, pero equivale a poner una nueva capa de pintura directamente sobre una grieta. Eventualmente, el material original comienza a... abrirse paso, ¿Sabes?

Jake había visto esto una y otra vez como perfilador. Las compulsiones no se podían domesticar ni olvidar. A veces, incluso años de terapia no eran rivales para las incesantes necesidades de representar las fantasías más depravadas. Eventualmente, la persona se veía en la necesidad de satisfacerlas, y era allí cuando las cosas se tornaban complicabas.

Pero, Heeseung parecía satisfacer esa necesidad con regularidad... ¿Eso lo volvía mejor?

—¿Qué piensas de él? De Heeseung, quiero decir. —Finalmente, Sunoo preguntó.

La mirada de Jake se apartó de la de Sunoo.

—Es gracioso... E intenso. Se esfuerza bastante.

Psicópata. (HeeJake) MN #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora