N/A: Antes de que digan algo en los comentarios, quiero aclarar que sé que esta es una cover de una canción más antigua, pero yo la conocí por Karol, por lo que pongo su video.
Ahora si, empecemos
Nejire Hado se encontraba en su habitación, incapaz de dormir. Algo en su mente no dejaba de darle vueltas Tenía un mal presentimiento. Tomó una foto de Mirio Togata, su novio, y la observó detenidamente, recordando los momentos felices que habían compartido. Sin embargo, algo se quebraba dentro de ella. Decidió salir a despejar su mente.
El cielo despejado, mostrando las estrellas, contrastaba con la mente nublada de la peliazul. Seguía teniendo la foto en sus manos como un recuerdo de lo que la hacia seguir adelante.
Mientras caminaba por las calles silenciosas, sus pensamientos la llevaron frente a la casa de su mejor amigo, Tamaki Amajiki. Fue entonces cuando los vio. Mirio y Tamaki estaban hablando, pero no era una conversación cualquiera. Mirio tenía a Tamaki acorralado, y la forma en que hablaban hacía evidente que se habían olvidado de Nejire.
—Tamaki, siempre logras hacerme sonreír, incluso en los momentos más difíciles —dijo Mirio, con una sonrisa encantadora.
—Mirio, sabes que siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase —respondió Tamaki, sus mejillas enrojecidas.
Mirio se acercó más, susurrando algo al oído de Tamaki que hizo que este riera nerviosamente.
—No puedo creer que tengas tanta fuerza y suavidad al mismo tiempo, Tamaki. Es como una combinación perfecta —dijo Mirio, sus ojos brillando con admiración.
Nejire sintió que su mundo se derrumbaba. La traición de su pareja y su mejor amigo la dejó sin aliento. Sus piernas flaqueaban. Las obligó a moverse. Su cabeza le decía que los enfrentase pero su corazón no lo soportó cuando vio a Tamaki agarrar a Mirio de la camisa y plantarle un beso que el rubio ni se dignó a romper, más bien lo siguió, cargando al de cabello oscuro en sus brazos.
Ahí salió corriendo, con lágrimas saliendo de sus grandes ojos azules. Unos ojos inocentes que no supieron ver las señales.
De vuelta en su habitación, Nejire se sentó en el borde de su cama, mirando la foto de Mirio. Las lágrimas caían por su rostro mientras las palabras resonaban en su mente.
A Mirio no le importó que ella y Tamaki fueran mejores amigos. Y a Tamaki, al parecer la regla de los novios de los amigos no se toca, le dio igual. Rompió la foto en pedazos, sintiendo que cada trozo reflejaba el dolor en su corazón.
Al día siguiente, los encontró juntos en el campus de la U.A., coqueteando de nuevo. Los observó a lo lejos. Quería enfrentarlos pero...
—¡Hado-senpai!
Se dio la vuelta, dando su mejor sonrisa. Sus compañeras de primero, Ochaco y Tsuyu venían corriendo hacia ella.
—Ochaco-chan, Tsu-chan —saludó—. ¿Cómo estás?
—Estamos bien, acabamos de regresar de un entrenamiento con Aizawa-sensei.
—¿Estás bien kero?
Nejire, al ver las caras de las chicas, suspiró. No podía mentirles. Eran como sus hermanas pequeñas. Les contó lo que había sucedido el fin de semana. Ochaco, disimulada, miró hacia los dos chicos que estaban dándose de comer bajo un árbol. Frunció el ceño.
—Tienes que enfrentarlos kero.
—Tsu tiene razón, si no lo haces no podrás seguir adelante —concluyó Ochaco—. Yo les conté a mis amigas mi amor por Deku-kun y aunque me delataron, todo mejoró. Si les dices cómo te sientes, quizás te sentirás mejor y podrás continuar con tu vida.
Nejire suspiró.
—Bien, lo haré.
Nejire caminó hacia sus compañeros, con convicción pero adolorida
—¿Cómo pudieron hacerme esto? ¿No significaba nada para ustedes? —gritó Nejire, su voz temblando de dolor.
Mirio, sobresaltado, intentó explicarse, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. Tamaki, por su parte, evitaba su mirada, sintiéndose culpable.
—Neji, yo...
—Ah, ah —negó—. Lo vi todo, no me podéis mentir. ¿Todo lo que vivimos fueron promesas cuentos de cristal?
Nejire, con lágrimas en los ojos, decidió que no podía seguir así. Sabía que necesitaba dejar atrás esa relación tóxica y seguir adelante con su vida.
—Adiós, Mirio. Adiós, Tamaki. Espero que encuentren lo que buscan, pero yo merezco algo mejor —dijo Nejire, con voz firme antes de alejarse —Lo he hecho.
—¡Esa es mi amiga!
Ochaco la abrazó, brindándole cariño. Tsuyu la imitó. Aquel abrazo duró toda la hora de la comida. Las dos chicas de primero, avisaron a sus amigos que ese día no comerían con ellos. Los chicos no preguntaron nada, pero Izuku pudo hacerse una idea de su ausencia.
Con el tiempo, Nejire encontró la fuerza para seguir adelante. Se rodeó de amigos que la apoyaban y le ayudaban a sanar sus heridas. Aunque el dolor de la traición seguía presente, Nejire se volvió más fuerte y aprendió a confiar de nuevo.
Nejire, ahora más fuerte y segura de sí misma, decidió que nunca más dejaría que alguien la hiciera sentir menos. Su espíritu resurgió de las cenizas, más brillante que nunca.
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ONE SHOTS SONGFICS
FanfictionAsí como dice el titulo, es una recopilación de diferentes historias que se basan en el significado y letras de las canciones. Al principio de cada parte, pondré la canción a la que pertenecen, por lo que créditos a los creadores y cantantes de cada...