ME GUSTARÍA ENCAJAR

8 0 0
                                    

El día había sido largo y agotador en la UA. Izuku Midoriya notó algo extraño en su amigo Denki Kaminari. Aunque Denki siempre había sido el alma de la fiesta, últimamente parecía más apagado y distraído. Preocupado por él, Izuku decidió hablar con Hitoshi Shinso, el novio de Denki, para ver si sabía qué estaba pasando.

Después del entrenamiento, Izuku encontró a Shinso en uno de los pasillos del dormitorio.

—Hitoshi, ¿tienes un momento? —preguntó Izuku, su voz llena de preocupación.

Shinso levantó la vista de su libro y asintió, cerrándolo y guardándolo en su mochila.

—Claro, Izuku. ¿Qué sucede? —respondió, notando la seriedad en los ojos de Izuku.

Izuku suspiró, buscando las palabras adecuadas.

—He notado que Denki está actuando extraño últimamente. Parece más distraído y... no sé, simplemente no es él mismo. Como eres su novio, pensé que tal vez sabrías si algo está mal —dijo Izuku, su voz llena de inquietud.

Shinso frunció el ceño, claramente preocupado también. Él también había notado el extraño comportamiento de Denki. Sentía que había algo que le ocultaba.

—Sí, he notado lo mismo. Pero cuando le pregunto, me dice que está bien. Izuku asintió, sintiendo una conexión en su preocupación por su amigo.

—Tal vez podríamos intentar hablar con él juntos. A veces, es más fácil abrirse cuando sabes que tienes a más personas que te apoyan —sugirió Izuku, con una sonrisa alentadora.

Shinso sonrió levemente, agradecido por la preocupación de Izuku. Juntos, se dirigieron al jardín donde habían visto a Denki por última vez. No se encontraba bajo el árbol.

Buscaron por los alrededores, pero nada. El último lugar que les quedaba por buscar era la habitación del rubio. Subieron de dos en dos las escaleras. Frente a la puerta de Kaminari estaba Kyoka que trataba de que el rubio le abriera la puerta.

—¿Jiro-san?

—Oh, chicos, Kaminari tiene mi guitarra y la necesito.

—Veré si consigo que te la devuelva —Shinso estaba por llamar a la puerta—, pero no prometo nada.

La chica asintió y se perdió en el pasillo. La puerta de ella cerrándose fue el momento que ellos necesitaron para llamar.

—Denki, ¿puedo hablar contigo? —preguntó Shinso,

En el interior, Denki levantó la vista, sorprendido al escuchar la voz de Hitoshi. No quería ver a nadie. No hizo ruido, tratando de aparentar que no estaba.

—Den, sé que estás ahí, no puedes esconderte.

Chasqueó la lengua. A veces la percepción de Hitoshi le asombraba. Poniendo su mejor cara, abrió la puerta.

—Toshi, ¿qué pasa? —respondió Denki, tratando de sonar despreocupado—. Oh, Midoriya, hola.

El peliverde saludó, moviendo su mano. Hitoshi aprovechó aquel instante para agarrar a Kaminari por la cintura, elevándolo. Chilló asustado. Hitoshi lo lanzó a la cama mientras Izuku cerraba la puerta con seguro.

—¡Eh, ¿a qué viene todo esto?!

Izuku e Hitoshi se sentaron a su lado, creando un círculo de apoyo a su alrededor.

—Denki, hemos notado que no has sido tú mismo últimamente. Estamos preocupados por ti. ¿Hay algo que quieras compartir con nosotros? —dijo Izuku, su voz llena de calidez y empatía.

Denki miró a sus amigos, sintiendo una oleada de gratitud por su preocupación.

—No me pasa nada, estoy bien, en serio.

El peliverde y el pelilila se miraron. No se creían aquello. Se cruzaron de brazos y alzaron una ceja, esperando que Kaminari dijese la verdad. Kaminari los veía desconcertado. ¿A qué venía ese interrogatorio?

—¡Lo digo en serio, estoy bien!

—Joder, Denki, no lo estás.

Denki se quedó perplejo al escuchar a Izuku maldecir. Miró a Hitoshi quien no parecía estar sorprendido.

—Midobro...

—No me vengas con esas, ya me he hartado. Llevas semanas encerrado en tu habitación por dios. Kacchan me lo dijo y los demás no quieren meterse porque según ellos no es de su incumbencia. Así que es la mía y la de Hitoshi. Eres mi cuñado, zopenco.

Tomó un respiro profundo y decidió que era el momento de abrirse.

—Es que... he estado sintiendo mucha presión últimamente. Me siento como si no estuviera a la altura, y me preocupa decepcionar a todos. No quería preocuparlos, por eso no dije nada —confesó Denki, su voz temblando ligeramente.

Hitoshi e Izuku intercambiaron miradas de comprensión y suavizaron sus miradas. Ellos en algún momento se sintieron así. Izuku por ser quirkless e Hitoshi por ser llamado villano debido al suyo.

—Denki, no tienes que cargar con todo eso solo. Todos sentimos presión a veces, y está bien pedir ayuda. Estamos aquí para ti, siempre —dijo Shinso, tomando suavemente la mano de Denki.

Izuku asintió con firmeza.

—Exactamente. No estás solo en esto, Denki. Somos un equipo, y nos apoyamos mutuamente en los buenos y malos momentos —dijo Izuku, sonriendo.

Denki sintió una oleada de alivio al saber que no tenía que enfrentar sus inseguridades solo. Con el apoyo de sus amigos, se sintió más fuerte y capaz de superar cualquier desafío.

ONE SHOTS SONGFICSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora