Llegamos a una casa vieja pero grande. Su puerta rechinaba al abrirla y sus ventanas tenían vidrios rotos.
-¿Qué es este lugar?-le pregunte bajito.
-Es mi guarida.-dijo él un poco más alto que yo con una vela en su mano.
Me guio hacia las escalera, subimos lentamente tratando de que ninguna madera se rompa. Caminamos por un pasillo y llegamos a una puerta blanca. La abrió lentamente y en ella había más escaleras.
-¿A dónde nos llevan?-pregunte mirándolo de reojo.
-A un lugar mágico.-dijo él dándole dramatismo a su respuesta.
Subimos y llegamos a una habitación con un techo de cristal. Él apagó la luz de la vela, pero dejó todas las estrellas encendidas.
-Te traje aquí...-empezó- par contarte una historia, la historia de la luna y el sol.
Yo lo mire interesada.
-Te voy a pedir que te pongas cómoda por favor.
Miré a mí alrededor y vi que había un sofá rojo en una esquina. Caminé hacia él y me senté esperando que empezara con la historia.
-Hace muchos años atrás, el sol y la luna eran personas. El sol era una persona alegre y decidida, pero la luna era un ser triste y desconfiado.
>Un día el sol salió a caminar, silbaba y cantaba-el paro a respirar, esto parecía una historia de niños-, pero llego a un lugar oscuro; escucho un llanto y caminó hacia él. Unos pasos más y encontró a una hermosa chica de pelo negro llorando. El sol le pregunto que le pasaba, pero la luna no quiso responderle; entonces él se sentó a su lado y la abrazó. Esto pasó durante muchos días, el sol iba a ese lugar oscuro y triste solo para estar con la hermosa luna.
> un día el sol llego a ese lugar, pero la luna no estaba. Caminó y caminó sin señales de la chica, pero luego escucho gritos y corrió a ese lugar. Llego a una casa hermosa pero oscura; entró a ella y encontró a dos personas agarrando a la chica, llevándola a una habitación blanca, muy blanca. El sol decidió entrar con ella. Se convirtieron en el día y la noche, una bola de luz amarilla y una bola de luz plateada. Nunca se veían, solo cuando se juntaban, y para ese entonces pasaba un montón de tiempo, nosotros los humanos lo llamamos eclipse, pero lo que no sabemos es que el sol ama tanto a la luna, que cada noche muere para dejarla respirar.
ڬ٬A3m
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Perdida en las estrellas
RomanceNo me gustan las despedidas. Me gusta irme sin que nadie lo sepa.