»»----- Ocho -----««

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Asher

Invitar a tu novia a tu casa un viernes por la tarde. ¿Qué podría salir mal? Hace un par de horas que salimos del colegio. Ella ya conoce a tu madre, a tu hermano, tu padre salió por un viaje de trabajo. Conocerlos uno por uno le hará más sencillo a Alice sentirse cómoda aquí. Por supuesto que por algo así no terminan las parejas, es muy poco probable que le parezca una mala persona a mi madre y...

—¡Es la tercera vez que te pido que bajes tus asquerosos pies del sillón Harry! —¿Qué si estaba nervioso? ¡Claro! Estaba nervioso, y no quiero que encuentre a Harry acostado en el sillón con los pies encima de uno de los cojines con ropa que tiene años usando.

Claramente lo hacemos algunas veces, cuando jugamos y cosas así. Pero necesito que esté limpia la casa para que Alice tenga una buena primera impresión. Y en esa primera impresión Harry debe ser un buen hermano decente.

—¡Ella lo descubrirá de todos modos! Estas peor que mamá cuando viene nuestra familia, no puedo creer que estés así —por suerte bajó sus pies y se levantó.

—Por favor ponte unos zapatos. Si sigo aquí cuando tengas novia me encargaré de hacerte sentir presionado, enano. —Estaba a punto de agarrarlo y llevarlo a su cuarto. Comenzaba a enojarme.

—Iré por zapatos solo porque Alice me cae bien, no porque un titán me lo ordene... ¡Y no soy enano!, tu novia es igual de alta que yo, tu eres malditamente gigante Asher. —y desapareció escaleras arriba.

—¡No entres a mi cuarto y mucho menos toques mis cosas!

—Creo que Harry tiene razón.

—Se supone que estés de mi lado mamá. —Con una sonrisa nerviosa me acerqué y le di un pequeño abrazo del que me separé rápido para seguir revisando todo.

—Estas muy nervioso, no hay de qué preocuparse, el único capaz de hacer algo en contra tuya es Harry, y es la primera vez que lo veo tan pasivo —soltó una pequeña risa —Es bueno que a Harry le agrade, eso me trae confianza de tu novia —escuchamos el timbre— Parece que llegó.

La acompañé para abrir. Vimos a Alice en la entrada acomodando un mechón tras su oreja. Vestía unos jeans, un sweater blanco y unos converse. Traía una cajita en sus manos.

—Buenas tardes, espero no haber llegado tarde. Soy Alice un gusto... —a pesar de verse nerviosa parecía emocionada.

—Sam. Dime Sam cariño, es un gusto tenerte aquí. —mamá le dio un abrazo, donde pude ver que Alice era levemente más alta que mi madre.— Estoy emocionada de poder al fin conocerte. No es justo que hasta Harry te conozca mejor que yo. Iré a la cocina un segundo. —Vimos como caminaba tranquilamente hacia dentro de la casa. Una vez solos le dejé un beso en la mejilla.

—Me alegra que pudieras venir —le sonreí— Te ves muy bien, ¿qué traes en esa caja?

—Tú siempre te ves bien —rozó mi hombro con su mano, me sonrojé— Son unas galletas que hicimos hoy Dalila y yo —Dijo señalando la caja— No es por presumir, pero nos salen bastante decente.

—Hola Alice. —Harry bajó mejor vestido que antes y abrazó a Alice casi lanzandola a sus brazos.— Que bueno que viniste, Asher estuvo como loco arreglando todo para cuando llegaras, casi reacomoda toda la casa par-

Entre Música y LetrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora