siete.

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El aire en Denali estaba impregnado de la fría pureza de la nieve, el sol débil reflejándose en las montañas y lanzando destellos dorados sobre la helada superficie. La llegada de Johann y Emmett había transformado el bosque en un teatro de reencuentro, con la risa profunda de Johann resonando como un trueno entre los árboles, mientras Tanya y Kate lo rodeaban, sus risas semejando campanas resonantes que danzaban en el eco de su voz.

Las hermanas de Johann se movían con la gracia salvaje de leopardos; Tanya, con su imponente presencia y su expresión felina, y Kate, de ojos chispeantes y postura en alerta. Trepaban sobre él, rodeándolo en un abrazo poderoso que resonaba con la fuerza de una manada reunida tras un largo tiempo separados. Johann, tan alto como un roble, las sostenía con la facilidad de un titán, mientras Carmen se mantenía un poco más retirada, sus pasos elegantes y calculados. Cuando él le extendió la mano, ella la tomó con una sonrisa suave, y un calor fraternal se intercambió entre ellos cuando su mejilla rozó la de ella.

El abrazo de Eleazar sobre el hombro de Carmen fue sencillo, pero cargado de un respeto innegable. La mirada de Johann se suavizó un instante mientras inclinaba la cabeza en un gesto de reconocimiento. Las hermanas aún se aferraban a él, un testamento de su vínculo indestructible, y la nieve a su alrededor crujía bajo su peso y su entusiasmo.

La reunión se sintió completa, cálida, y llena de un anhelo saciado. Pero la pregunta de Johann, en su voz grave y resonante, hizo que la risa cesara y una sombra de seriedad cruzara sus rostros.

"¿Dónde está Irina?" preguntó, su voz se sintió afilado como un cuchillo entre la quietud.

Katrina bajó de los brazos de Johann con una fluidez felina, su mirada de guerrera reflejando una disculpa profunda. "Ella prefirió mantenerse lejos, hermano. Decidimos respetar su decisión", dijo con voz firme pero cargada de tristeza.

Johann no respondió; un silencio de aceptación y dolor velado se posó sobre él. Bajó a Tanya, quien plantó un beso en su mejilla antes de tocar la nieve con sus pies. Su sonrisa felina seguía ahí, aunque más tenue.

"Deja que la pequeña Irina cure sus heridas", intervino Tanya, con la mirada puesta en el horizonte cubierto de hielo. "Las cicatrices forjan el carácter", añadió, antes de girar su atención hacia los Cullen, quienes observaban con una mezcla de curiosidad, afecto y la cautela que siempre acompaña las reuniones de otro de su clase.

Kate y Tanya detectaron la figura de Jasper a la distancia, sus cicatrices como testigos de un pasado violento y feroz. Kate, con la tensión de un resorte, gruñó suavemente. Johann, notando la reacción, giró su mirada hacia su familia.

"Es el hermano de Emmett, el nuevo miembro de nuestro clan", explicó Johann, antes de señalar a Alice, quien sonreía con la alegría chispeante que siempre la caracterizaba. "Y, hermana", corrigió Johann con una voz firme.

Tanya levantó una ceja, sus labios curvándose en una sonrisa comprensiva.  "Eso los hace nuestros hermanos también", declaró, la aceptación en su voz. Miro a Johann, "Nunca he dudado de tu juicio, hermano. No comenzaré ahora"

Su mirada examinó a Edward, rígido junto a Rosalie, y soltó una risa ligera, juguetona y desafiante. Como disfrutando tanto de la tensión de Rosalie, como la incomodidad evidente que provocaba su atención en Edward. Antes de encontrar la mirada de Emmett.

"Ahí está el pequeño vampiro que se llevó a nuestro hermano lejos", dijo Tanya, su tono juguetón bordeando la amenaza, una chispa traviesa en sus ojos. "Lucen felices"

Emmett, que había estado observando con un aire protector, se tensó un poco al sentir la mirada de Tanya, pero era Emmett; no tarda en sonreír orgulloso.

Untamed Animals | Emmett cullen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora