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Naruto llegó a al hospital con el rostro serio, notando inmediatamente la tensión en el ambiente. Minato se acercó a él, con una mirada decidida.

—Naruto, gracias por venir tan rápido —comenzó Minato—. La situación con Sakura es crítica. Necesitamos que vayas a buscar a Jiraiya. Él puede ayudarnos a encontrar a Tsunade.

Naruto asintió, sintiendo la urgencia en las palabras de su padre.

—¡No hay problema! —exclamó—. ¡Lo encontraré y lo traeré de vuelta rápido!

—Es importante que actúes rápido —continuó Minato—. Cualquier segundo cuenta. No podemos dejar que Sakura sufra más por lo que hizo Danzo. Cuida de ella, Sasuke.

Sasuke, que había estado observando en silencio, sintió el peso de la responsabilidad caer sobre él.

—Entendido —respondió con firmeza, mirando a Naruto—. Trae a Jiraiya de vuelta.

Minato le dio una palmada en la espalda a Naruto antes de que este partiera.

—Ve, y ten cuidado.

Mientras Naruto se alejaba, Itachi y Shisui se acercaron a Sasuke.

—Sasuke —dijo Itachi—, nosotros también debemos salir. Hay cosas que debemos hacer y algunos asuntos que resolver.

—¿Y qué pasará con Sakura? —preguntó Sasuke, preocupado.

—Tú te quedarás aquí a cuidarla —respondió Shisui—. Es lo mejor para ella en este momento. Si algo llega a suceder, necesitas estar a su lado.

Sasuke se sintió conflictuado, queriendo estar con su hermano y su amigo, pero también deseando proteger a Sakura.

—Está bien —dijo finalmente, tratando de sonar decidido—. No dejaré que nada le pase.

Itachi y Shisui intercambiaron miradas, reconociendo la determinación de Sasuke.

—Llama si necesitas algo —dijo Itachi—. Estaremos de regreso lo antes posible.

Con eso, los dos Uchiha se despidieron, dejando a Sasuke solo con sus pensamientos y el cuidado de Sakura. A medida que el silencio se instalaba en la habitación, Sasuke tomó la mano de Sakura en la suya, sintiendo que debía protegerla a toda costa.

—Voy a quedarme contigo —murmuró—. No te dejaré sola.

Mientras esperaban noticias, Sasuke se sentó al lado de Sakura, preparado para hacer lo que fuera necesario para ayudarla a recuperarse.

Naruto se apresuró por las calles de Konoha, su corazón latiendo con fuerza mientras pensaba en Sakura. Sabía que debía encontrar a Jiraiya, así que se dirigió rápidamente al lugar donde solía encontrarse.

Después de unos minutos de búsqueda, finalmente localizó a Jiraiya, quien estaba disfrutando de un tazón de ramen en un pequeño puesto. El legendario sannin levantó la vista al escuchar el bullicio.

—¡Naruto! —exclamó Jiraiya, sonriendo—. ¡Qué sorpresa verte aquí! ¿Qué tal si te unes a mí para un poco de ramen?

Naruto se sentó rápidamente frente a él, la urgencia en su voz contrastando con la atmósfera relajada del lugar.

—No tengo tiempo para ramen,Ero-Senin —dijo Naruto, con el rostro serio—. ¡Es sobre Sakura! Necesitamos tu ayuda.

Bᴀʙʏ ᴍɪssɪᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora