Capitulo XV

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Akane

- !Nabiki te voy a matar!. - los bikinis que había metido en mi maleta eran todos de mi talla y me estaban bien, pero yo no estaba acostumbrada a llevar modelos como estos. así que me sonroje como un tomate mirándome en el espejo.

- Tu misma me dijiste que metiera cosas mías en tu maleta. - dijo entrando en mi habitación corriendo la finísima cortina que había entre habitación y habitación.

Nabiki no dijo nada, solo se quedó mirándome unos segundos, y después poniéndome un pareo ni muy largo ni muy corto y atándolo al cuello que a poco asfixia me hizo salir fuera a trompicones.

- Venga Akane solo faltas tú!!. - salí a empujones y lo primero que vi en frente de nuestro bungalow fue a Ranma, que apoyado en las barandillas del pasillo principal nos miraba a todas, iba con un bañador rojo, y con una toalla al hombro, y el pecho al descubierto. hacía todo lo posible por no mirarme, pero sabía perfectamente que yo sí que le estaba mirando.

Compramos un par de flotadores en la tienda del hotel y bajamos por fin a la playa, mientras todos colocaban las toallas, las chicas ya se disponían a meterse en el agua, pero a mí me daba muchísimo apuro quitarme el pareo que Nabiki me había atado al cuello.

- Venga Akane, quítate eso ya y metete en el agua! - dijo Shampoo corriendo hacia mí.

Le dije a ella que cogiera uno de los flotadores para que me sirva de modo de escudo para que se me viera lo menos posible y por fin me quite el pareo y lo acomode en mi cintura, que por otra parte con el calor que hacia allí estaba deseando quitármelo, todas las chicas que estaban mirándome con cara de odia porque todas se querían meter en el agua, pasaron a tener una cara de sorpresa.

- Akane... nunca te habría imaginado así...- todas se apresuraron a meterme en el agua.

- Nos vas a quitar todo el protagonismo en este viaje. - me decía Ukyo que intentaba quitarme el flotador.

- Cuando entré a tu habitación no sabía si estaba viendo a mi hermana o a otra persona. - decía Nabiki mientras se acercaba a mí, con muy malas intenciones de mojarme entera.

No me había dado cuenta hasta ese momento, pero todos los chicos que habían estado colocando las toallas se habían quedado mirándonos, menos uno... Que seguía colocando las toallas como si no pasara nada. después de colocarlas solo se tumbó en una de ellas, sin hacernos ningún caso a ninguna.

- Venga Akane, cuanto más piensas estar así con Ranma.- me dijo Kasumi al oído.

- Ahhhhh, Kasumi, me has asustado. - dije salpicando agua con las manos.

- Lo siento Akane, jeje, pero más te valdría ir a hablar con él, todos estamos aquí en el agua pasándonos los bien, no es justo que estemos de vacaciones y ustedes se sigan odiando.

Por una parte, tenía razón, pero por otra me seguía doliendo las palabras que me dijo aquel día, me trague mi orgullo y me dirigí a la toalla, con mi figura hice que no le diera nada de sol y se despertó muy enfadado, miró primero mis pies.

- ¿Que quieres Nabiki?...- dijo mientras iba subiendo la mirada se dio cuenta que no era quien él pensaba.

-Hola Ranma.- me agache a su lado, acercando mis rodillas al pecho. - Siento no ser a quien has llamado. - dije dándole una mano.

- Ahora que quieres Akane, estaba muy tranquilo aquí solo. - Esa contestación no me siento bien.

- Solo quiero hacer las paces contigo mientras estemos de vacaciones, no es justo que estés así, por qué estemos enfurruñados, y no quiero joderle las vacaciones a nadie. - dije levantándome, cogiéndolo de la muñeca y empujándolo para que se pusiera de pie.

Se impulsó para ponerse de pie y poco a poco me tira a mí al suelo, menos mal que estábamos agarrados de la mano y él con su fuerza paró mi caída. Ranma era más alto que yo, y yo le llegaba a la altura de la clavícula, así que tuve que subir la mirada para darme cuenta que me estaba mirando y se había sonrojado como un tomate.

- Vale Akane, haremos las paces mientras estemos de vacaciones. - dijo y me soltó. - Te queda muy bien... Ese bikini...- no dijo nada más y me esperó para meterse junto a todos los demás al agua.

Se puso a enredar con las demás chicas e incluso conmigo, hicimos guerras y nos salpicamos, buceamos y encontramos muchísimas cosas, conchitas, pececitos de todos los colores, todo era tan bonito, incluso me di cuenta de que no me quitaba el ojo de encima, y que Kuno y él habían discutido en más de un momento por que Kuno se me quería tirar encima como hacía en la secundaria.

Ranma ½Donde viven las historias. Descúbrelo ahora