Era sábado en la mañana, todos se preparaban para la gran noche: la boda de Mike y Nancy. Buster les había dado la mañana libre para que puedan alistarse, después de todo algunos de los integrantes tenía una tarea importante para la boda. Él, por ejemplo, se encargaría de animar un poco la fiesta después de la ceremonia en la iglesia, mientras que la pareja tenía una sesión de fotos con ayuda de Rosita y Norman. Nancy había visto las fotos de boda de sus dos nuevos amigos y había agendado algunos lugares para tomarse fotos con su querido Mike.
Los hijos de Rosita también estarían en la boda como damas y pajes. Gunter y Johnny se habían ofrecido para cuidarlos mientras ella estaba en la sesión de fotos. Eddie se encargaría de la música, y Meena y Patrick —después de largas horas de ensayos con el perfeccionista y detallista Mike— cantarían en dueto lo que sería el último vals de la noche.
Esa mañana, Johnny despertó en el sofá de la sala de Rosita. Ya no le fastidiaba la cabeza, las pastillas y el hielo habían hecho efecto.
—¡Johnny! —dijo uno de los hijos de Rosita. Se llamaba Casper.
—Hey. ¿Qué haces despierto tan temprano? —preguntó.
—Hay maratón de caricaturas en la tele —contestó Nicky apareciendo en la sala con Gabe y Hannah—. ¿Quieres verla con nosotros?
—Claro
—¿Ash también vino? ¿Dónde está? —preguntó Hannah, la más pequeña de las niñas.
—No, no ha venido —contestó Johnny recordando lo sucedido anoche.
—¿Se han peleado? —preguntó Gabe.
—Ahmm, no.
—¿Qué hiciste? —preguntó Hannah.
—¿Qué? ¿Por qué tengo que ser yo quien hizo algo?
—No sé. Mamá siempre dice que es culpa de papá —contestó inocentemente.
—¿Dejaste las toallas en la cama? —preguntó Gabe.
—Oh, ya sé. No jalaste la palanca del baño —trató de acertar Casper.
—¿Qué? No —refutó Johnny.
—Apuesto a que fue porque no le dijiste lo linda que estaba —dijo Hannah.
—¡Claro que no! —volvió a refutar—. Bueno, si, no le dije que se veía linda en ese traje de vaquera. Pero eso no es el punto. Además ¿por qué lo sería?
—Porque las parejas se dicen eso —dijo Hannah.
—Pero Ash y yo no...
—Niños, el desayuno está servido —dijo Rosita entrando a la sala—. Hola, Johnny. Buenos días. Espero que hayas dormido bien.
—Sí, gracias, Rosita.
—Veo que ya estas mejor. El desayuno está listo. He horneado galletas de chocolate.
Johnny sonrió y fue a la cocina junto a los demás pensando en guardar algunas galletas para Ash. Ella amaba las galletas con chispas de chocolate hechas por Rosita. "Al menos le llevaré unas tres", pensó.
— * —
En casa de Meena, ella y Ash disfrutaban de una tranquila mañana horneando cupcakes y conversando sobre la fiesta de anoche. Al parecer Meena no se había enterado del pleito entre Lance y Johnny, y tampoco era algo que a Ash le gustaría compartir, trataba de olvidar por completo lo sucedido. Estaba molesta con Johnny, había reaccionado de una forma muy diferente a como solía hacerlo. "¿Habrá sido un ataque de celos?", pensó para luego descartar la idea. "Tal vez fue efecto del alcohol. Aunque Johnny no es de sobrepasarse". Aún sumida en sus pensamientos, Ash no reparó en que se había olvidado por completo de su conversación con Meena.
ESTÁS LEYENDO
Sing: ¿Destino o casualidad?
FanfictionLos miembros del elenco del Teatro Moon tienen una nueva competencia por el aniversario del teatro. Además, tendrán que tomar el papel de instructores para los aspirantes a una beca en la Academia de Música Lincold. El ganador será parte de la firma...