Es increíble pensar en cómo todo nuestro mundo cambió cuando pisamos el Teatro Moon por primera vez, aunque esa historia ya se lo saben. Sin embargo, debo decirles que eso solo fue el comienzo. Un nuevo desafío nos esperaba a la vuelta de la esquina.
Todo comenzó una mañana camino al Teatro Moon, y bueno... la típica escena.
—Ash por favor, solo escúchame.
Y allí vamos de nuevo...
En las calles, camino al Teatro Moon, Ash afronta la ya muy típica escena de todos los días. Todas las mañanas, Lance, su ex, la espera en una de las calles cerca a la estación del tren con la intención de hablar con ella y conseguir que vuelvan a ser una pareja. Si bien Ash se había conseguido un nuevo apartamento, su trayecto al teatro no había cambiado del todo. Ya no tomaba el tren, pero en esa calle se encontraba su cafetería favorita, donde siempre pasaba por un café expreso. Había pensado que tras unos cuantos rechazos Lance se rendiría, pero éste había mostrado ser muy persistente.
—¡Déjame en paz, Lance! —dijo Ash, tratando de no llamar la atención de los transeúntes.
—No —dijo él, al igual que todos los días—, tenemos que hablar. Por favor, baby. Por favor. Hemos pasado por muchas cosas juntos. Vamos... dame otra oportunidad.
—Ya hemos hablado de esto, Lance. No voy a volver contigo —respondió.
—¿Y nuestra historia?
—La echaste por la borda cuando llevaste a Becky al apartamento.
—¡Pero terminé con ella! —exclamó él, como quien dando la solución de todo el problema.
—¡¿Y qué?! —Ash estaba al límite, juraba que en cualquier momento golpearía a Lance—. Para empezar, nunca debiste salir con ella. ¡Se supone que estabas conmigo! ¡Me engañaste!
—Ok, si, baby, lo sé —contestó Lance un poco preocupado y nervioso—. Y por eso te pido perdón —rogó, consciente de la falta que había cometido, pero quería solucionarlo a como dé lugar—. Ash, por favor, vuelve conmigo.
—No. Y, por favor, deja de llamarme así —respondió seriamente.
—Ash, por favor...
*¡Beep beep!*
Lance fue interrumpido por el sonar de la bocina que ya conocía a la perfección. Una sonrisa apareció en el rostro de Ash. Allí estaba Johnny en su camioneta.
—Hola, Ash. ¿Quieres que te lleve? —dijo Johnny con una gran sonrisa mientras abría la puerta del copiloto desde el interior del vehículo.
Sin necesidad de responder a su pregunta, pues él ya la conocía, Ash sube a la camioneta, Ya era una costumbre que el buen Johnny le ayude a escapar de esa escena. Lance trato de decir algo pero Johnny pisó el acelerador dejando a Lance con la palabra en la boca, al igual que siempre. Ya era una costumbre: Él conducía super rápido, evadiendo el tráfico. Le gustaba cuando conducía rápido, esa sensación de adrenalina en su punto máximo. Era desestresante para ambos. No podía evitar sacar un muy sonoro "¡Yuuujuuu!" por la emoción del momento.
Con gran velocidad y acompañado de música para la ocasión, ambos amigos recorrieron la ciudad. Pasaron por el Hotel Muretta, donde una pareja adolescente, una joven rubia y un chico con su estuche de guitarra en mano, bajaban de un taxi mientras eran recibidos por el encargado del hotel. Luego pasaron por la Academia de Música Lincold, donde una estudiante de tercer año y el director hablaban amenamente. Más allá pasaron por la plaza, donde un grupo de adolescentes bailaban hip hop en la acera.
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Sing: ¿Destino o casualidad?
FanfictionLos miembros del elenco del Teatro Moon tienen una nueva competencia por el aniversario del teatro. Además, tendrán que tomar el papel de instructores para los aspirantes a una beca en la Academia de Música Lincold. El ganador será parte de la firma...